El montante total de las ayudas, destinadas a 158.825 hectáreas, se reparte entre las ocho provincias andaluzas. Por cultivos, el olivar es el más representativo, con 117.609 hectáreas y 14.579 agricultores, seguido del trigo duro (30.544 hectáreas y 782 productores), el arroz (5.222 hectáreas y 101 productores) y los hortícolas protegidos (307 hectáreas y 206 agricultores).

   Respecto al reparto provincial de ayudas, destaca, en primer lugar, Sevilla con 531.894 euros concedidos a 25 entidades, con 1.604 productores, que suman un global de 32.142 hectáreas de cultivo. Le sigue Jaén, con 422.236 euros que benefician a 13 API cuya superficie alcanza, en total, las 49.272 hectáreas, con 7.991 agricultores. Granada, con 198.472 euros para 11 AP, con 3.285 agricultores y una superficie de 22.546 hectáreas. Córdoba, por su parte, cuenta con 183.138 euros de esta línea de ayudas para 12 entidades, cuya superficie cultivada asciende a un global de 24.144 hectáreas y 534 agricultores.

   Las ayudas destinadas a la provincia de Cádiz ascienden a 161.300 euros destinados a apoyar el trabajo de ocho agrupaciones con 12.697 hectáreas, que cuentan con 1.378 productores. En el caso de Málaga, los 117.568 euros aprobados en concepto de estas ayudas se dirigen a dos entidades con 913 productores y suman 14.274 hectáreas de este cultivo. Almería cuenta con 107.395 euros destinados a ocho agrupaciones con 171 productores que, en total, suman 273 hectáreas. Por último, Huelva registra 55.618 euros para tres API con 266 agricultores que, en total, suman 3.475 hectáreas.

Producción Integrada en Andalucía

    El compromiso de los productores andaluces con el respeto al medio ambiente queda patente en la buena acogida que han recibido las técnicas de Producción Integrada en el campo andaluz. Entre los objetivos generales que persigue este sistema de producción sostenible se encuentran el uso de mecanismos de regulación naturales para conseguir la máxima sustitución de los insumos procedentes del exterior, la garantía de una producción sostenible de alimentos y otros productos de alta calidad mediante la utilización preferente de tecnologías respetuosas con el medio ambiente y el mantenimiento de los ingresos de la explotación agraria y la multifuncionalidad de la agricultura.

   Para ello, la Producción Integrada se apoya en unos principios entre los que destaca el control integrado de plagas como base para la toma de decisiones en la protección de los cultivos. Igualmente, se hace hincapié en la formación de los agricultores y expertos en estas técnicas sostenibles, el mantenimiento de los ecosistemas y la conservación de la fertilidad intrínseca del suelo, entre otros aspectos.

   Según los datos de 2012, Andalucía cuenta con cerca de 505.000 hectáreas de Producción Integrada, una superficie que ha experimentado un considerable incremento en los últimos años, ya que en 2003 sólo se cultivaban 81.322 hectáreas con estas técnicas que apuestan por el máximo respeto al medio ambiente.

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