La organización recuerda en una nota que, a lo largo de las discusiones sobre la Reforma de la PAC, ha puesto el acento reiteradamente en el desequilibrado reparto de las ayudas agrarias que se siguen concentrando en buena parte en un pequeño número de grandes perceptores y productores cuya actividad agraria es insignificante en relación a su actividad económica.

      Así, cree que "la nueva PAC habría permitido al Gobierno español imponer mayores recortes y limitaciones en las ayudas a los grandes perceptores, como si han hecho otros Estados Miembros de la Unión; así como dejar fuera del sistema de ayudas a personas físicas o jurídicas cuyas actividades agrarias representen sólo una parte insignificante del total de sus actividades económicas o cuya actividad principal no consista en ejercer una actividad agraria. De haber aplicado esta norma el Ministerio, habrían sido en gran medida innecesarios los debates sobre la figura del agricultor activo".

     Por el contrario, la organización agraria destaca que el Magrama "ha decido aplicar sólo la reducción mínima (5%) a los mayores beneficiarios del pago básico (más de 150.000 euros anuales) y corregirlos además en función de los costes laborales soportados, lo que reduce aún más el número de afectados por el recorte". 

     En España, según datos del FEGA del ejercicio 2013, 1.842 perceptores (sólo el 0,2% del total de 893.441 perceptores) recibieron más de 150.000 euros de ayudas directas; distribuyéndose un total de 587,4 millones de euros (un 10,5 % de las ayudas). Por esto se muestran tan críticos, ya que la modalidad de recorte decidida por el Ministerio "beneficiará, además, en mayor medida a los perceptores de mayor magnitud ya que, hasta 2012, sufrían de un ajuste del 14% y a partir de 2015, éste será sólo del 5%".

Un reparto que perjudica a los peqeños agricultores de frutas, hortalizas o viñedos

     La organización recuerda además que "lejos de perderse o desaprovecharse, los recortes realizados por los Estados miembros por este concepto quedan en sus territorios para engrosar las partidas destinadas a las medidas de desarrollo rural".

      Por último la organización señala el diferente trato que se dispensa a los pequeños perceptores ya que los que estén por debajo de los 300 € de pagos directos, dejarán de percibirlos en el 2017 por una cuestión de costes administrativos.

      Entre los alrededor de 160.000 beneficiarios que perderán estas ayudas están miles de agricultores profesionales cuyas explotaciones se orientan fundamentalmente a sectores no beneficiados históricamente por la PAC, como frutas y hortalizas o como el viñedo, que no ha acudido en el pasado a las medidas de regulación de mercado "y cuya  discriminación respecto de las ayudas se perpetúa en la futura PAC", finaliza la Unión de Uniones. 

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