González ha señalado que a la Generalitat le cuesta más responder a los avisos de columnas de humo de ciudadanos anónimos porque tienen que activar un dispositivo de vehículos terrestres y a veces aéreos.

     "Con profesionales en los lugares de vigilancia, estas alarmas son mucho más fiables", asegura. El responsable del comité intercentros del Departamento de Interior, Jordi Òdena, ha comentado que el objetivo de Interior no es otro "que el desmantelamiento de estos puntos".

     En Lleida, se han cerrado siete torres de control desde el año 2009 y desde el sindicato, además, aseguran que el Parque Nacional de Aigüestortes no cuenta con ninguna torre de vigilancia operativa.

     Así mismo, en cuanto a las cámaras de vigilancia térmica con las cuales Interior quiere sustituir estos puntos no funcionan como se esperaba.

     Por su parte, la profesional de una torre de vigilancia Júlia Lisbona ha calificado de grave error este cierre progresivo y ha recordado que los vigilantes son profesionales formados que luchan contra el fuego.

     En este sentido, Lisbona ha explicado que los bosques, sin estas torres, corren un grave peligro por el fuego y también por la nula gestión que se ha hecho en cuanto a la limpieza de los mismos.

(Foto: Recurso fernando-espacioamorylocura.blogspot.com)

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