La Asociación Agraria de Jóvenes Agricultores (ASAJA) de Castilla-La Mancha ha denunciado el trato «lesivo» que se da a la agricultura y ganadería en zonas ZEPA en la región en comparación con las políticas conservacionistas de comunidades autónomas limítrofes como Andalucía, Castilla y León y Extremadura, «en las que se establece como objetivo principal propiciar el desarrollo económico de las poblaciones». Asimismo, critica que en otras comunidades autónomas, además de los aspectos de conservación y protección de fauna y flora, se incluyen los socioeconómicos ligados a las actividades agrarias que se desarrollan en las distintas zonas.

Así queda expuesto en uno de los puntos de la tabla reivindicativa que ha elaborado la organización agraria y por la que los agricultores y ganaderos se manifestarán en las cinco capitales de la región el próximo 6 abril bajo el lema ‘Sin campo no hay vida’.

Los planes de gestión de las zonas ZEPA son en Castilla-La Mancha de carácter regional para todas las áreas protegidas, sin considerar las particularidades concretas de cada parcela. ASAJA CLM considera que se debe hacer una delimitación precisa y válida de los hábitats propios de las aves esteparias que distinga niveles de viabilidad para actuaciones concretas a nivel de parcela. Por lo tanto, la organización agraria reclama «una zonificación que esté justificada y delimitada, no generalista y arbitraria como la actual».

Para Asaja, «no hay ninguno en toda la Unión Europea tan lesivo para el agricultor como las propuestas de Castilla-La Mancha»

Por ejemplo, explica Asaja en una nota, en el caso de Andalucía, las zonas sensibles para la conservación de las aves esteparias abarcan las áreas de exhibición, apareamiento, nidificación y cría. Dichas zonas son las que se tienen en cuenta a la hora de evaluar la incidencia ambiental de las diferentes actividades agrarias que se desarrollen, pero no se limita a los agricultores sin una justificación previa.

De los planes de gestión estudiados por ASAJA CLM «no hay ninguno en toda la Unión Europea tan lesivo para el agricultor como las propuestas de Castilla-La Mancha».

Así mismo, la organización agraria recuerda que la Directiva marco de la Unión Europea relativa a la conservación de las aves silvestres dice que hay que conservar las aves, pero nunca limitar la agricultura, además de recoger la necesidad de compensar en el caso de que haya restricciones a actividades socioeconómicas.

En el caso de Castilla-La Mancha, a día de hoy, sólo se contemplan pagos compensatorios para 24.000 hectáreas agrícolas de las cerca de 300.000 incluidas en zonas ZEPA. Ayudas que van destinadas exclusivamente a superficie de cereal. En este sentido, ASAJA CLM valora positivamente el anuncio de la Consejería de Agricultura de incrementar de 23 a 41 los millones de euros presupuestados para compensar a los agricultores, aunque espera «que este incremento de fondos no provenga de otras líneas de ayudas agrícolas y ganaderas del Programa de Desarrollo Rural de Castilla-La Mancha, porque, en este caso, se estaría perjudicando a otros productores de la región».

En definitiva, para Asaja, «la ubicación de una actividad agrícola en una ZEPA no puede ser una carga, y habría que trabajar por un reconocimiento a la labor de los profesionales del campo y, en el caso de limitar su actividad, asignar una compensación justa, tal y como reclamarán los profesionales del campo en la calle el próximo 6 de abril».

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