Esto ha permitido que con un caudal de 2.200 metros cúbicos se haya desbordado cuando hace diez años, en el 2003, tuvo que alcanzar los 3.300 metros cúbicos para saltar los diques, ha señalado Bariáin, aludiendo a datos de la propia confederación.

    "De seguir así va a llegar un momento en el que con un pozal se va a sobrar el Ebro", ha aseverado, tras lo que ha criticado que "cuando ocurre una desgracia como ésta todo son buenas palabras", pero luego no se actúa.

    En este sentido ha dicho que "parece que quieren convertir esto en algo cíclico, que cada cuatro o cinco años los agricultores pierdan sus cultivos" y, ha recalcado que no están dispuestos a ser copartícipes.

    Tras precisar que son conscientes de que antes de que se inunde una población se tendrán que inundar sus tierras y sus cultivos, ha aludido al rechazo de colectivos ecologistas al dragado del río y en ese sentido les ha preguntado si no es destrozo ecológico la pérdida de cultivos con todo lo que eso conlleva para las muchas familias que viven de ellos.

    Al respecto ha anunciado que una vez que la situación se normalice y haya bajado el nivel del agua tienen previsto reunirse con los agricultores afectados para determinar las medidas que van a adoptar, porque ya "se han acabado las buenas palabras y las promesas de que se va a limpiar el río" que luego se incumplen.

    En cuanto a las ayudas a los damnificados, Bariáin ha afirmado que no van a tolerar que "se quede ni un euro del daño a cultivos e infraestructuras sin cobrar".

    En relación con estos últimos ha manifestado que las administraciones deben costearlos "al cien por cien y no como ocurrió en las últimas riadas en la zona de Sangüesa y en la zona norte de Salazar donde la delegada del Gobierno prometió que se iban a costear todos y cada uno de los años por parte del ministerio y luego varios pueblos quedaron fuera de las ayudas".

    "Para prometer ayudas como ésas y que luego se queden varios pueblos fuera no hace falta prometer nada", ha opinado.

    En cuanto a los cultivos más afectados por esta última crecida ha citado las hortalizas de invierno como el brócoli, la coliflor, la borraja y la alcachofa, así como algunas parcelas de maíz que no se habían recolectado todavía y plantaciones de trigo y cebada.

    No obstante ha puntualizado que los daños van a más lejos, ya que todavía hay fincas llenas de agua y eso "va a entorpecer la labor de los agricultores, va a retrasar la preparación de esas parcelas y probablemente cultivos que se tendrían que implantar no se van poder implantar".

    Bariáin ha comentado en relación con esta cuestión que "parece que solo se pierde la cosecha y el que tiene la suerte de tenerla asegurada se la paga el seguro y ya está, que no pasa nada, cuando de lo que estamos hablando es de que también hay perjuicios en las fincas para futuros cultivos".

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