EFE .- El gobierno de Fukushima ha pedido a sus ganaderos que dejen de distribuir carne por el momento y se espera que el Gobierno central prohíba a partir de hoy cualquier envío de vacuno de la provincia.

De estos 505 ejemplares, 411 procedían de siete granjas en la provincia de Fukushima, donde se sitúa la maltrecha central dañada gravemente por el tsunami y el terremoto del 11 de marzo.

El pienso de una de estas siete explotaciones, situada en Motomiya, 57 kilómetros al noroeste de la planta, contenía 690.000 becquereles de cesio por kilo, 1.380 veces el límite permitido por el Gobierno nipón y la máxima concentración registrada hasta el momento.

La mayoría de los propietarios de las explotaciones de Fukushima han admitido no estar al tanto de la orden emitida por el Gobierno el 19 de marzo de no utilizar pienso almacenado en el exterior, ante el riesgo de resultar contaminado por las emisiones de la central nuclear.

Otras 24 vacas de las localizadas ayer fueron criadas en la provincia de Niigata (noroeste) y alimentadas con forraje de la provincia de Miyagi, que limita al sur con Fukushima, mientras que las 70 restantes proceden de cuatro granjas de la provincia de Yamagata, también al norte de Fukushima.

Sin embargo, en estas cuatro fincas se desconoce de momento la procedencia del pienso utilizado para alimentar a los animales.

La carne de estos 505 ejemplares ha sido distribuida en al menos 38 de las 47 provincias japonesas, según Kyodo.

El Ministerio nipón de Salud ha manifestado que comer varias veces carne con niveles de cesio radiactivo superior al límite fijado por el Gobierno no afectaría seriamente a la salud.

 

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