EFE.- Esta pajarera ocupa 62,5 hectáreas cerca del Palacio de Doñana y junto a la marisma, y la integran decenas de alcornoques centenarios, que soportan decenas de nidos de aves ciconiformes -cigüeñas, espátulas, garzas o garcillas-, entre otras especies.

En declaraciones a Efe, el portavoz de la organización en el Consejo de Participación de Doñana, Juan Romero, ha precisado que esa desaparición tiene su origen en la acción del patógeno ‘Phytophthora cinnamomi’, causante de la seca, una enfermedad que afecta a alcornoques y encinas, entre otras causas por el ataque del hongo Phytophthora cinnamomi que provoca el deterioro de los árboles de forma súbita hasta morir.

La seca entró en Doñana y «está haciendo cada vez más estragos» sin que desde la administración autonómica «se haga nada por evitarlo» y ello a pesar de que «ya hay estudios de la Estación Biológica de Doñana que alertan que en una década, de no actuarse, pueden desaparecer todos los alcornoques de este espacio natural».

Desde Ecologistas en Acción se ha insistido en la necesidad de actuar frente a este hongo al objeto de preservar esta zona «emblemática» de Doñana y ha reclamado a la Junta de Andalucía que se implique en su conservación llevando a cabo las actuaciones propuestas a pesar de que su retraso conlleve el deterioro definitivo de algunos de los ejemplares de alcornoques.

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