Una bandada de buitres atacó en la tarde del 10 de julio a un rebaño de una explotación de ovino en Horcajo Medianero saldándose con la vida de una oveja, de la que la ganadera María Lourdes Sánchez ha encontrado los huesos cuando se acercó a la parcela por la tarde. Además, la oveja había parido hace una semana y el cordero ha desaparecido. “No sabemos si los buitres se lo han comido por completo, porque los huesos de un animal tan pequeño son más tiernos, o se lo han llevado volando o puede que, en unos días, aparezcan los restos en la parcela ya que el pasto ahora está muy alto y nos impide buscarlo mejor”, confiesan desde la explotación.

Cuando la afectada junto a su familia fue a la parcela que, en ese momento, reunía una veintena de ovejas vieron que estaban refugiadas bajo una encina “y salieron despavoridas a pesar de que son muy tranquilas y más con el calor que hacía a las cuatro de la tarde”, debido a que aún estaban nerviosas por el ataque dela bandada de buitres.

ASAJA Salamanca ha lamentado el suceso y reclama a la Administración que «no deje más estos sucesos al azar y atribuya, en un futuro a corto plazo, compensaciones a los ganaderos afectados por daños de buitres al igual que ocurre con los de lobo, ya que los ataques son numerosos y el ganadero no puede soportar los costes que acarrean estas rapaces, que han cambiado sus costumbres alimenticias, de carroñeras a depredadoras».

“Es indignante y una vergüenza que tengamos que asumir los costes y todas las pérdidas asociadas”, afirman los ganaderos, quienes se lamentan de que la Administración les ha “dejado olvidados”. “Nadie se preocupa por nosotros y así no podemos continuar”, aseguran varios ganaderos de la zona donde han ocurrido los hechos.

La organización agraria ASAJA Salamanca insiste, como ya ha hecho en repetidas ocasiones, que se establezca un protocolo de control y compensación económica además de poder potenciar los muladares de su hábitat natural, ya que si atacan a animales vivos es por falta de alimento.

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