De otro modo, se podrían haber generado más puestos de trabajo y el campo se podría haber consolidado como el motor económico que necesita España. Concretamente, se ha referido a las elevadas tasas de electricidad, donde los gastos se han incrementado un 175 por ciento a lo largo de la última década, y a los encarecimientos de semillas, fertilizantes y seguros.

    Para Aniorte, también urge emprender medidas para abaratar los costes del agua para riego puesto que hay municipios en los que el metro cúbico cuesta 0,60 euros, cuando los productores no pueden pagar más de 0,30.

    Pese a todo, se ha observado un incremento de la renta del 6 por ciento, el cual no es suficiente para paliar las pérdidas de rentabilidad que se han producido desde 2002.

    ASAJA ha observado un aumento de la producción de cultivos gracias a los incrementos que han experimentado las hortalizas y entre ellas, por ejemplo, las alcachofas.

    También se incrementa la producción de granada y cítricos, entre otros cultivos, mientras que, en cambio, descienden las producciones de níspero y cereza por la adversa climatología.

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