La carne y los productos lácteos eran manipulados en las mismas zonas de la nave en la que se llevaban a cabo reparaciones de los vehículos utilizados por la empresa.

    De hecho, en el suelo había manchas de sangre y de aceites usados mezcladas entre sí, lo que, a juicio de los investigadores, demostraría la forma de actuar del detenido.

    La detención se realizó por un delito contra la salud pública, al no garantizar el mantenimiento de la cadena de frío de los alimentos almacenados y no adoptar medidas para evitar su contaminación, con el consiguiente riesgo para la salud de los destinatarios finales de estos productos.

El dueño tiene una empresa en Tarragona y se halló ternera, conejo, pollo o cordero


    El detenido es administrador único de una empresa domiciliada en Tarragona. En el momento de la inspección fueron incautados 2.500 kilos de carne y productos lácteos que estaban almacenados en una cámara frigorífica apagada y que fueron posteriormente destruidos por haber sido determinada su falta de aptitud para el consumo humano por las autoridades sanitarias de la Junta de Comunidades de Castilla La Mancha.

    El contenido de esta cámara estaba compuesto por 960 kilos de carne de ternera, trece cajas de carne de cordero, once cajas de carne de pollo, 49 cajas de productos de casquería, 60 conejos y 1.940 unidades de productos lácteos

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