Merino recuerda que la caza genera más de 6.500 empleos fijos en Castilla-La Mancha, que tiene una facturación anual que ronda los 600 millones de euros y que abarca 7 millones de hectáreas ocupadas por 5.000 cotos.

     Unos datos que se incrementarán considerablemente ahora que el Gobierno de Castilla-La Mancha, en su decidida apuesta por impulsar el sector cinegético, ha firmado una licencia única interautonómica de caza y pesca junto a Extremadura, Castilla y León y Madrid, sumando un total de 380.285 cazadores y 527.912 pescadores y mejorando las perspectivas de futuro de este sector.

     “AMFAR es una organización que se declara abiertamente aliada con la actividad cinegética como garantía de futuro de numerosos municipios de Castilla-La Mancha, sobre todo de las zonas más deprimidas, y en los que las mujeres juegan un papel trascendental”, ha señalado Merino. 

×