Para escenificar la situación a la que aboca el regadío la subida de los costes eléctricos, los regantes llevarán varios burros que portarán cántaros de agua. “Esa será la forma de regar a la que volveremos, como nos descuidemos, porque desde luego lo que está claro es que, con estas tarifas eléctricas, los modernos sistemas de riego no nos sirven porque elevan los costes fijos a niveles que hacen nuestras explotaciones no sean rentables”, ha explicado Margarita Bustamante, presidenta de Feragua, asociación que coordina la concentración del regadío andaluz, a la que se han sumado unánimemente todas las asociaciones andaluzas de regantes: Areda, Rega, Corehu, Feral, Coreca, Acoregra, Freshuelva, Asociación de Citricultores de Huelva Grupo Remolachero, las organizaciones profesionales agrarias ASAJA, COAG, y UPA, y la Federación de Cooperativas Agrarias de Andalucía, FAECA.

37 millones de sobrecoste desde agosto sólo en esta Cominidad



    Los regantes calculan que la última subida contenida en el decreto del 1 de agosto significará para el regadío andaluz un sobrecoste de más de 37 millones anuales, que se suma al incremento continuado de la tarifa eléctrica que el regadío viene soportando en el último lustro, de más del 80%, con un incremento de los costes fijos (regulados) superior al 1000% en muchas zonas regables.



    Este crecimiento desproporcionado, unido al incremento del consumo de energía eléctrica asociado al proyecto de modernización (superior al 60% en las comunidades modernizadas), supone ya que de media, el 40 % de los que le cuesta el agua al agricultor de riego tenga que ser destinada al pago de la factura de la luz, llegando en algún caso a superar el 75%.


    Los regantes andaluces quieren hacer ver además que el tarifazo eléctrico deja “completamente tocado” el proceso de modernización en que se encuentra inmerso el regadío en toda España y particularmente en Andalucía. A nivel autonómico, en los últimos años se han invertido en Andalucía más de 2.000 millones de euros, para modernizar las infraestructuras de riego, en un esfuerzo que ha sido compartido por las administraciones, que han destinado más de 1.000 millones a este objetivo, y por los propios regantes, que han contraído una deuda muy grande con los bancos para poder pagar estas inversiones.

El incremento de las tarifas condena la modernización de los regadíos

    La gran paradoja que quieren poner de manifiesto los regantes es que, con estas tarifas, la modernización lejos de ser una ayuda resulta una condena, porque les permite ahorrar agua, pero les hace gastar más energía, con lo que el futuro previsible es que nadie se modernice a partir de ahora y que, en el peor de los escenarios, las instalaciones modernizadas queden abandonadas y sin uso, volviendo los regantes a los sistemas de riego tradicionales.



    Frente a esta situación, los regantes solicitarán un IVA reducido al suministro eléctrico para regadíos, tomando como antecedente inmediato el caso de Italia, donde los regantes del país alpino pagan un IVA menor por la energía gracias a las gestiones directas realizadas por el Gobierno italiano con la Unión Europea. El propio Gobierno español ha aprobado reducir el IVA a un sector de lujo, como es el de las obras de artes, por lo que los regantes no comprenden que no se adopte esta medida también para el regadío.



    Los regantes solicitan asimismo pagar únicamente por la potencia real registrada, es decir, la utilizada, y no por la teórica contratada para evitar el coste de un servicio que muchos no utilizan fuera de la época de riego (de abril a octubre) y que sólo tras la reforma energética del pasado mes de agosto se ha incrementado del orden de un 115%.


Reclaman que se despenalice el uso de tarifas por temporada

    Otras alternativas reivindicadas para conseguir aminorar los costes eléctricos pasan por despenalizar el uso de las tarifas de temporada o bien, poder firmar más de un contrato por año: uno anual con una mínima potencia para el suministro básico del mantenimiento de los equipos y otro de temporada para los meses de máximo consumo (campaña de riego).



    Finalmente, demandan que el regadío pueda producir energía distribuida y generar electricidad en su zona regable para autoconsumo, conocida como balance neto, que ya se utiliza en otros países de Europa, Asia y América y permite además inyectar a la red nacional la producción que no se necesite.



    A lo largo de las últimas tres semanas, los representantes del regadío andaluz han llevado todas estas reivindicaciones a los diferentes partidos políticos del arco parlamentario andaluz, logrando que los tres principales grupos parlamentarios andaluces se sumen a una proposición no de ley pidiendo cambios en la normativa eléctrica para adaptar las tarifas eléctricas a la temporalidad de los riegos.



    Asimismo, han mantenido reuniones con los presidentes de las ocho diputaciones andaluzas (salvo el de Málaga) y con todos los delegados territoriales de Agricultura y Medio Ambiente. Todos apoyaron las demandas de los regantes y quedaron comprometidos a transmitir a sus superiores la necesidad de hacer cambios en la normativa eléctrica para adaptar las tarifas eléctricas a la temporalidad de los riegos. Asimismo, se comprometieron a incluir en el nuevo Plan de Desarrollo Rural de Andalucía líneas que incentiven la generación de energía renovable para autoconsumo del sector agrario.

Respaldo politico a los afectados por las nuevas tarifas

    No sólo el sector estáindignado, sino que también están logrando apoyos políticos, incluyendo del propio PP aunque estossean más testimoniales que efectivos. Así Izquierda Plural ha presentado en el Congreso de los Diputados una proposición no de ley para pedir al Gobierno ayudas a los agricultores, ganaderos y a la agroindustria frente al encarecimiento de la electricidad, así como cambios en la regulación actual por su efecto "negativo" en el regadío.

    En la iniciativa -suscrita por IU, ICV-EUiA, CHA-, el grupo parlamentario ha criticado las consecuencias del incremento de la tarifa eléctrica en el riego y, en general, en el sector agroalimentario, así como de la "reforma energética" emprendida por el Ejecutivo.

     Asimismo, ha reclamado al Gobierno que ponga en marcha, en colaboración con otras administraciones, "una línea específica de apoyo para agricultores, ganaderos, regantes y agroindustria", que incluya ayudas a la eficiencia y el ahorro energético, con el fin de reducir los costes de ese sector.

    También ha pedido una estrategia que fomente el uso de energías alternativas para asegurar una producción que reduzca la dependencia de países terceros. El texto de la proposición plantea que, tanto la desaparición de las tarifas especiales para el riego como la "liberalización" del mercado eléctrico, han dejado al regadío en una "situación delicada".

    Ha resaltado que el agroalimentario es un sector básico para el crecimiento de actividades de servicios, financieras e industriales generadoras de empleo y exportaciones "que tanta falta hacen para salir de la crisis"

   Por su parte, el PSOE extremeño ha llamado al Gobierno de España y al de Extremadura a "reconducir" la situación creada y ha advertido de que, si no se atienden las peticiones del sector, apoyarán las movilizaciones convocadas.

    En un comunicado, los socialistas han reclamado a ambos ejecutivos que no impongan una "nueva hipoteca" a las explotaciones agrícolas. Han recordado que
existía un "compromiso político" del Partido Popular de reducción de tarifas que, "además de no cumplirlo, ha impuesto mayores costes a las explotaciones de los existentes hasta el año 2011", ha aseverado.

    En este sentido, han abogado por la necesidad de formalizar contratos de temporada donde se pueda disponer de distintas potencias para el uso en los meses de riego.

    A su juicio, esto debe ir acompañado por un plan en el que se fomente que las comunidades de regantes y explotaciones de regadío puedan consumir la energía eléctrica que ellos mismos produzcan.

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