Anierac y Asoliva, ante las noticias aparecidas estos días en relación al panel de cata, afirman que en ningún momento «han pedido la desaparición del panel test como herramienta de calificación de los aceites de oliva, pero sí solicitan que se mejore su aplicación para que ofrezca garantías jurídicas a las empresas».

Esta herramienta para distinguir de forma comercial un aceite virgen, de un virgen extra o un lampante, basada en una cata de «sabor» ha demostrado en la práctica que tiene serios problemas por «variabilidad de resultados», ya que se han encontrado numerosos casos en los que una misma muestra ofrece clasificaciones muy diferentes según el panel de cata que lo valore.

La «inseguridad jurídica de este método», según una nota de ambas organizaciones, «queda demostrada por varios estudios, entre ellos, dos informes de PriceWaterHouseCoopers, avalados por cinco notarios, que muestran una variación de resultados en el 27,3% de los aceites que fueron enviados a los paneles oficiales». En otros estudios realizados por el Ministerio de Agricultura y la Junta de Andalucía la variabilidad es aún mayor, alcanza el 30% de los aceites analizados.

Otros estudios realizados por Assitol (Asociación Italiana de la Industria del Aceite) y por el Instituto de la Grasa, del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) también acreditan la gran variabilidad de resultados del panel test entre los distintos laboratorios.

Los industriales ponen a disposición estos estudios que acreditan esta «subjetividad y variabilidad» en los resultados del método, y no conocen ni existe ningún estudio que acredite lo contrario.

Hace unos meses, a fin de mejorar la trazabilidad y calidad de los aceites vírgenes, Anierac y Asoliva recomendaron a sus empresas que priorizaran sus compras en aquellas almazaras que vendan sus aceites acreditados con el correspondiente certificado de cata. A fecha de hoy, lamentablemente esto no se está cumpliendo. Consideran que las almazaras deberían pregonar con el ejemplo proporcionando a la industria los boletines de calificación de sus aceites Vírgenes y Extra Virgenes, de esta forma estarían colaborando en la trasparencia del mercado y minimizando la inseguridad jurídica a la que está sometida la industria.

Por último, Anierac y Asoliva piden unidad en el sector para poder avanzar en las mejoras de este sistema de control.

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