EFE.- En un comunicado, recuerda que por segundo año consecutivo las malas condiciones climatológicas han hundido sus campañas agrícolas, ya que si en 2012 fue la sequía la que maltrató sus cosechas, en esta ocasión las abundantes lluvias durante el invierno y, sobre todo, las inundaciones posteriores han terminado por arruinarlos del todo.

Señala que aunque estos agricultores no han sufrido de lleno estas inundaciones, han perdido todas sus cosechas por las copiosas lluvias caídas "que han provocado una auténtica urgencia social y económica, quedando en una situación de desamparo".

Según afirman, estas tierras a día de hoy son improductivas y añade que en estas zonas se cultivan producciones de secano, cereales, leguminosas, proteaginosas y oleaginosas, "que están reñidas con el exceso de lluvia".

Debido al encharcamiento producido por las abundantes lluvias, muchas parcelas no pudieron sembrarse de cereales y en las que se sembraron ha sido necesario intervenir, con el coste añadido que eso supone.

También indican que los guisantes y garbanzos que podían ser una solución a estas tierras que quedaron sin sembrar tampoco pudieron hacerse debido al mismo problema, además de que se da la circunstancia de que buena parte de estos agricultores acumulan en sus almacenes semillas de cereal, de guisante o de garbanzos preparadas para la siembra pero sin poder utilizarse.

APAG añade que al exceso de lluvias durante el invierno se le sumó a comienzos de abril una subida de temperaturas muy importante, lo que provocó un secado inmediato de la tierra, con la consiguiente aparición de hongos, que han terminado por destrozar lo poco que quedaba de los cereales.

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