EFE.- Según informa el Ejecutivo autónomo, la decisión de buscar cauces de participación fue adoptada durante una reunión del consorcio de esta reserva de la biosfera celebrada en la localidad pirenaica de Lafortunada a la que asistió el director general de Conservación del Medio Natural, Pablo Munilla.

En el encuentro se abordó la futura señalización del espacio con un logotipo propio, proyecto para el que se insta la firma de un convenio entre el consorcio y Organismo Autónomo de Parques Nacionales por un importe de 90.000 euros.

También se decidió la firma de acuerdos con la Dirección General de Participación Ciudadana del Gobierno aragonés para dar una dimensión participativa al futuro plan de gestión de la reserva, y con la Universidad de Zaragoza para la puesta en marcha de un proyecto sobre contaminación lumínica y eficiencia energética.

En el encuentro se llevó a cabo, además, la constitución de un Consejo Consultivo para dar voz a los agentes sociales y entidades del territorio, ya que su intervención se considera «imprescindible» desde el Ejecutivo autónomo.

Desde la decisión adoptada en mayo de 2013 por la Unesco para dar su visto bueno a la ampliación de la reserva desde sus 51.396 hectáreas originales hasta las 117.364 que la conforman en la actualidad, se han dado pasos para la gestión de este territorio como la creación de una imagen corporativa identificativa.

La ampliación de la reserva supuso la incorporación de los municipios de Broto, Tella-Sin, Puértolas y Bielsa a los siete que ya formaban parte del territorio protegido, Fanlo, Biescas, Hoz de Jaca, Panticosa, Torla, Yésero y Sallent de Gállego.

Así se logró englobar bajo esta figura a la totalidad del Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido, los Monumentos Naturales de los Glaciares Pirenaicos y las localidades del valle de Tena y Alto Ara como modelos de desarrollo sostenible.

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