Por una parte, técnicos del Gobierno de Aragón han mantenido reuniones con los afectados en distintas comarcas, como la de Valdejalón, para auspiciar la máxima colaboración entre cazadores y agricultores. Colaboración que ya está dando sus frutos en numerosos lugares con problemas de este tipo.

     Por otra parte, la Dirección General de Producción Agraria del Gobierno de Aragón ha elaborado una instrucción distribuida en las Oficinas Comarcales Agroalimentarias (OCAs) para que los daños producidos en los sembrados puedan llegar a ser tenidos en cuenta a la hora de la percepción de las ayudas de la PAC.

 

Soluciones prácticas sobre el terreno

    Las posibles soluciones han llegado también a plasmarse sobre el terreno. Justo en el límite provincial de Aragón con Navarra, en los términos de Mallén y Cortes, el problema es el mismo: los daños agrícolas provocados por la abundancia de conejos. Se trata de una zona en la que se concitan los elementos imprescindibles y necesarios para que el problema alcance dimensiones importantes, fundamentalmente la existencia de grandes zonas de seguridad motivadas por la autopista AP-68 en las que no se puede cazar, y que, en definitiva, causa daños agrícolas y pérdidas tanto a agricultores como a cazadores.

    Durante los últimos meses, Alberto Fernández-Arias, jefe del Servicio de Caza, Pesca y Medio Acuático de la Dirección General de Conservación del Medio Natural del Gobierno de Aragón, ha estado trabajando con la Sociedad de Cazadores de Mallén sobre este problema. Su empeño en solucionarlo les ha llevado a desarrollar, en estrecha colaboración, un nuevo sistema para capturar el mayor número posible de conejos silvestres.

    El nuevo sistema consiste en una red de entre 150 y 300 metros sujetada en alto colocada  en el terreno agrícola que se quiere proteger y paralela al talud que conforma la autopista AP-68, que está plagado de madrigueras. Los conejos, al salir de sus vivares, pasan por debajo de la red para ir a comer en los campos agrícolas. Cuando los conejos se encuentran comiendo en los campos, a través de un disparador electrónico que puede ser activado a gran distancia, se libera la red que queda colgada de una serie de clavijas de hierro corrugado, formando una barrera entre los terrenos agrícolas y los vivares.

   En ese momento, se ojean los conejos que corren a refugiarse en sus madrigueras, encontrándose en el camino  con la red en la que tras enredarse se capturan vivos y sin daño alguno.

Redes Mallén para cazarlos fuera de las autopistas

    Una de las grandes ventajas de este nuevo método, al que los autores han denominado “Redes Mallén”, es que permite capturar los conejos fuera de los límites de la autopista, en los terrenos agrícolas que están siendo afectados sin incurrir en responsabilidades por posibles accidentes de tráfico. Otras de sus ventajas es su bajo coste económico, que puede cifrarse en menos de 500 €, y que su fácil montaje y desmontaje permite reutilizarlo en varios lugares del mismo coto.

     Este método se muestra particularmente útil al emplearse en zonas de seguridad motivadas por infraestructuras viarias donde la caza con arma de fuego no está permitida y además existe peligro de accidentes de tráfico si se utilizan otros métodos  más tradicionales como pueden ser los hurones ya que con ellos ha de trabajarse dentro del vallado de la infraestructura.

 
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