Y aunque todo el  mundo tiene claro que con Mariano Rajoy es complicado hacer quinielas, lo cierto es que la secretaria de Agricultura lo tiene todo a su favor para ser la sustituta de Miguel Arias. En primer lugar conoce perfectamente el Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente, donde ha sido la mano derecha del dirigente jerezano durante toda la legislatura y en la anterior etapa en la que Arias Cañete fue ministro.  Además, su relevo no sólo sería ‘lógico’, sin que justificaría un cambio natural, que permitiría evitar una remodelación más drástica del Gobierno al suplir a un ministro por su número dos.

     Asimismo, aunque se le achaca de ser demasiado ‘técnica’ para ocupar un Ministerio, no se debe olvidar que ser trata del departamento que mejores resultados ha dado a todo el Ejecutivo y el que mejor ha capeado la crisis económica, con una PAC que, no exenta de polémicas, todas las organizaciones agrarias reconocen que ha sido mucho mejor de lo esperado inicialmente. Y en esa negociación, la propia García Tejerina ha jugado un papel importante.

¿La foto decisiva?

     Un papel que se ha plasmado en una foto que muchos ha querido ver como decisiva del relevo en el Magrama. Aunque la secretaria de Agricultura ha acompañado muchas veces a Miguel Arias a las cumbres de ministros, su presencia en la de Luxemburgo, en la que el aún ministro se despedía de sus homólogos europeos, se ha interpretado como una ‘presentación en sociedad’ de la propia García Tejerina.

     Y la foto tiene su importancia no por su presencia, ya que es una habitual de muchos de esos debates y negociaciones, sino porque ha sido el propio Ministerio el que ha hecho ‘oficial’ de la despedida de Miguel Arias. Un gesto nada gratuito cuando de por medio está en juego un cargo como el de ministro.

    Asimismo, el propio Miguel Arias ha dejado caer en los últimos días su apoyo a su "sustituto o sustituta", sin posicionarse oficialmente por ningún nombre, pero sí, tal vez, por su género. De igual forma, en círculos al ministro se reconoce que, de la misma forma que ha aguantando dos meses impávido, su designación como candidato a las europeas, podría haber negociado su posible sustituto.

   Sin embargo, el puesto de ministro es un cargo demasiado ‘goloso’ para un político y los barones del PP intentan designar en la lista de salida a sus candidatos o afines, aunque lo único lógico es que el relevo se haga desde dentro y no se apuesta por un cambio que puede echar a perder todo lo conseguido esta legislatura por Miguel Arias Cañete… y su equipo.

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