Como alternativa a la venta de patrimonio, hace meses ASAJA de Ávila planteó la necesidad de que la Cámara buscase alternativas, como ha sucedido en otras provincias, para generar recursos con los que, tras el fin de las subvenciones del Gobierno regional, evitar el despido de sus trabajadores. Un planteamiento "que cayó en saco roto porque los dirigentes permanecieron de brazos cruzados esperando el cerrojazo de la Cámara", según señala en una nota. 

     ASAJA tampoco ha encontrado una respuesta del presidente de la Cámara, Jesús Muñoz, de UCCL, sobre la mala gestión con los trabajadores. Hace meses que la organización profesional agraria pide explicaciones acerca de la situación de uno de los ya extrabajadores, pluriempleado, al que se mantuvo en su puesto mientras se prescindía de otros empleados y que compaginaba su labor diaria en la Cámara con la de secretario municipal en cinco ayuntamientos de la provincia.

Tercer intento de UCCL de querer vender patrimonio

     ASAJA ya expuso sus dudas sobre la capacidad para desempeñar su trabajo en la Cámara, dada la coincidencia de horarios, motivo por el que pidió explicaciones en reiteradas ocasiones al presidente de la Cámara. Ante las dudas planteadas, el presidente de la entidad cameral dio y sigue dando la callada por respuesta.

     Asimismo, según insiste l organización agraria, resulta "paradójico que ésta sea la tercera vez que UCCL eleva la venta de patrimonio al pleno". En las dos anteriores sesiones, al comprobar la negativa del resto de organizaciones, UCCL retiró la propuesta, que no llegó a votarse. "La estrategia de ahora era otra, pero echaron mal las cuentas. Para que la votación saliera adelante eran necesarios los votos a favor de los 3/5 presentes en el plenario", ironiza ASAJA.

     Por último, ASAJA de Ávila lamenta "profundamente que se haya llegado a esta situación y recuerda que hace meses la organización profesional agraria se puso a disposición de la presidencia de la Cámara para buscar otro camino ante la difícil situación que se avecinaba. Un ofrecimiento ante el que la presidencia de la Cámara hizo caso omiso, cruzándose de brazos a la espera del triste final que hoy ya conocemos"

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