Según señala en una nota de prensa, 2013 ha sido un año en la rovincia de leve recuperación para el sector ganadero, fundamentalmente en el vacuno y caprino de leche y el porcino. El olivar dejó una de las más bajas cosechas de aceite de la historia y precios insuficientes. Los cereales sufrieron una importante merma de producción y precios a la baja (-10%). También bajó la producción de frutos secos al menos un 60%, con precios altos que resarcieron a los productores. Las hortalizas mejoraron un 25% los precios en origen a primeros de año y sufrieron caídas del 40% y 50% al final. Siguieron haciendo mella en las explotaciones agrarias y ganaderas los incrementos de los costes de producción  y el difícil acceso a la financiación.

   Sin embargo, cree que el cierre de las negociaciones sobre la reforma de la PAC en 2013 significó" un paso importante en algunos de los objetivos de nuestro país" mediante la puesta en marcha del plan de regionalización de los pagos con 22 a 24 regiones evitando el establecimiento de una tasa plana para todos los cultivos que habría generado grandes desequilibrios y permitiendo, a la vez, el normal desarrollo de transferencias de fondos dentro de una región para converger a la larga todos los países en una media de ayudas y recortar entre ellos diferencias.

     Para ASAJA, la aplicación en España de la reforma ha asegurado el mismo nivel de las ayudas directas a las recibidas para Andalucía (alrededor de 1.600 millones de euros) y ha consolidado el concepto de agricultura y ganadería activa como hecho generador de la ayuda comunitaria, lo que garantiza un marco estable para desarrollar la actividad agraria hasta 2020.

Hay que "evitar el catastrofismo"

    Por eso aseguran que "no hay motivo de momento para alimentar el catastrofismo y augurar grandes pérdidas como se promueve desde la Junta de Andalucía y el resto de organizaciones agrarias y cooperativas metiendo en ese saco al olivar en pendiente que nunca recibió pagos acoplados (destinados a sectores sometidos a graves riesgos de abandono e importantes repercusiones socioeconómicas y medioambientales)". Desde ASAJA Granada se defiende que esta provincia saldrá "beneficiada con la transferencia de fondos entre regiones. A nivel de cada agricultor y ganadero no se sabrá hasta 2015 ya que no hay un patrón homogéneo para determinar las ayudas que recibirán pues dependerá de la comarca en que se integre cada explotación y de sus producciones. El rescate del olivar en pendiente es responsabilidad de la Administración autonómica que para eso creó una Ley del Olivar, estancada por cierto desde el año 2012".

   Sobre el recorte del presupuesto en Desarrollo Rural un -2,8% (se ha pasado de 2.117 millones de euros a 1.906 millones de euros) se resallta que "lo que cuenta verdaderamente es qué parte ejecutará la Administración autonómica de esos fondos, teniendo presente que en el periodo anterior dejó pendiente el 40%".

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