Y es que en los últimos meses se han repetido estos ataques en otros términos como Manquillos, San Cebrián o Cevico Navero por parte de una especie cinegética protegida “cuyo sustento y protección no corresponde al ganadero, sino al Gobierno de Castilla y León”. “Los ganaderos no están dispuestos a mantener unilateralmente a la fauna salvaje sin que a la administración le cueste nada”, asegura el presidente de ASAJA, Alfonso Núñez.
La organización agraria exige de manera urgente a la Junta una solución a un problema que supone una amenaza de cierre para muchas explotaciones de la provincia, cuyos propietarios no ven compensadas sus pérdidas por los ataques, poniendo en peligro de viabilidad de las mismas. “La Junta debe compensar directamente los daños causados por el lobo, y debe hacerlo de forma rápida y ágil”, explica Alfonso Núñez.
ASAJA rechaza el actual sistema de seguros para cubrir estos daños, porque es caro e insuficiente y no cubre las pérdidas reales. Por ello la organización exige a la administración indemnizaciones directas por daños en lugar de destinar partidas económicas a subvencionar un seguro inútil.
Igualmente ASAJA pide actuaciones de control sobre la excesiva población de lobos como forma de reducir los ataques sobre la ganadería y reestablecer el equilibrio natural de la fauna silvestre cuando ésta ha aumentado en exceso. “Está muy bien toda la filosofía conservacionista, pero ésta choca frontalmente con la realidad de las familias ganaderas, víctimas de un modelo de gestión que las deja indefensas ante los ataques del lobo porque no ven compensados los daños”, finaliza Núñez.

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