En una nota de prensa, la organización agraria señala que entre las cuestiones en las que encuentra reticencias está en la incorporación en el texto de la definición de ‘coste de producción primaria’, en el papel que jugaría el Observatorio de la cadena alimentaria para fijar los costes de producción primaria en los casos en que se detecten indicios de abuso de posición dominante y la inclusión en los contratos de  una referencia expresa al precio a fijar que según dice el texto “en todo caso, el precio no podrá ser inferior al coste de producción primaria vigente a la fecha de formalización del contrato en aquellos casos en que dicho coste se haya establecido”.

   En opinión de la CNC estos conceptos resultan “problemáticos” para el mantenimiento de la competencia, ya que el hecho de establecer que en esos contratos el precio no sea inferior al del coste de producción supone “introducir un suelo de precios o precio mínimo”. Es más, en dicho informe se señala que estos  “empeorarían el funcionamiento de la cadena alimentaria y tendrían inevitablemente un efecto negativo sobre los consumidores”.

No entiende su concepto de "desequilibrio"

   Por este motivo, a ASAJA le "llama la atención que para Competencia los posibles desequilibrios de poder negociador entre los productores y sus compradores no constituyan un fallo de mercado que justifique una intervención pública de tal intensidad sobre la dinámica competitiva del mercado”.

    En opinión de la organización agraria, "no es la primera vez que el organismo encargado de velar por el cumplimiento de la competencia en el mercado muestra su disconformidad con algunos aspectos de este Proyecto de Ley, en otra ocasión se refirió al régimen sancionador que se establece planteando suprimir el catálogo de prácticas comerciales que se consideran abusivas en la Ley y, en consecuencia, el régimen sancionador previsto".

   Por este motivo y ante las posibles modificaciones que pueda sufrir esta norma desde ASAJA se insiste "en la importancia de velar por el agricultor y el ganadero en las relaciones comerciales, y consideramos que además del cumplimiento de las normas relativas a la competencia y el libre mercado debe considerarse  la protección del eslabón más débil, el que sostiene a todo el sistema comercial, valorando su aportación a las exportaciones y la balanza comercial y a la generación de puestos de trabajo. El agricultor y el ganadero son los principales perjudicados por la falta de transparencia, es más los consumidores no se están beneficiando de esta situación totalmente desequilibrada, en nuestra opinión clarificar lo que cobra cada miembro de la cadena es positivo y no debe perjudicar ni a la competencia ni a los consumidores finales".

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