En su nota, esta organización recalcal que los Servicios Técnicos de ASAJA-Sevilla cifran la superficie afectada en 92.884 hectáreas, ya que la afección ha sido muy diversa y aunque la peor parte se la han llevado las quercíneas (encinas, quejigos y alcornoques), otras especies arbóreas como olivos, álamos, chopos y eucaliptos también han sufrido daños.El valor de la pérdida de este patrimonio natural es "incalculable, puesto que es imposible volver a poner en pie las encinas centenarias derribadas".

     Dada la magnitud de los daños, desde ASAJA-Sevilla y tras mantener varios encuentros con los afectados y realizar una primera evaluación, se han puesto en contacto con la Consejería de Agricultura y Medio Ambiente, la Delegación de la Junta y la Subdelegación de Gobierno, a quienes " les hemos trasladado la gravedad del problema y una batería de medidas que permitan paliar los daños y recuperar la zona".

    A la primera de estas medidas, la ampliación del periodo de poda que concluye para toda Andalucía el próximo viernes, ya hemos obtenido una respuesta positiva de la Consejería de Agricultura y Medio Ambiente, que lo ha ampliado de manera provisional en otros 15 días con la posibilidad de seguir prorrogándolo si fuera necesario.  Ante esta decisión, "confiamos en que las administraciones muestren la misma sensibilidad con el resto de medidas, pues la restauración de las fincas afectadas, la mayor parte dentro del área del parque natural de la Sierra Norte de Sevilla, declarado Reserva de la Biosfera por la UNESCO, debe ser una prioridad para el Gobierno de Andalucía, que contrajo un fuerte compromiso medioambiental con su designación y que deberá dar una respuesta adecuada a esta catástrofe".

     Las medidas que hasta el momento desde ASAJA-Sevilla hemos puesto en marcha han sido las siguientes: Recomendar a todos los agricultores/ganaderos afectados que presenten y registren un documento de declaración de daños en la Oficina Comarcal Agraria de Cazalla, en las OLAS y/o en los Ayuntamientos para tener una constancia más cierta del volumen de daños.

     Solicitar con carácter inmediato a la Consejería de Agricultura, Pesca y Medio Ambiente de la Junta de Andalucía la ampliación del plazo previsto para el final de poda (actualmente 15 de marzo), y al mismo tiempo simplificación de los permisos para la poda y quema de los restos de poda (se ha propuesto una simple comunicación de los afectados para el inicio de poda, sin necesitar permiso expreso, siendo los guardas forestales los que procederán a las visitas e inspección de las fincas que solicitan la poda).

    "Todo el tiempo que logremos acelerar y ampliar es fundamental para corregir los daños que se puedan corregir y evitar más pérdida de capacidad productiva, y sobre todo para evitar el auténtico “polvorín” que se está creando con la leña y restos de poda de los árboles destrozados, rotos o caídos. Se trata de no llegar al verano con restos de poda todavía por retirar, con el grave peligro de incendios que ello conllevaría", señalan en su comunicado..

     Asimismo, han solicitando a las distintas Administraciones autonómica y central un Plan urgente de recuperación de la capacidad productiva y de la arboleda perdida o afectada (hay que recordar que junto a la arboleda que se pierde de un valor incalculable para nuestras dehesas y que se tardará en reponer cientos de años, hay que añadir la pérdida de alimentación para el ganado y la pérdida del corcho). "Por ello dicho plan de ayudas debería llevar aparejado un paquete de medidas de carácter fiscal, laboral y de ayudas para la reposición de la arboleda y para el sobrecoste de los trabajos que hay que realizar para intentar buscar la normalidad".

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