El objeto de la indemnización lo componen por un lado, el daño real y objetivo de las cabezas de ganado afectadas por el lobo, así como, por otra parte, la cuantía abonada en virtud de la contratación de esos seguros que imponía la normativa ahora declarada nula.

    ASAJA anima a todos los ganaderos que hayan sufrido daños por lobos desde diciembre de 2009 a presentar la correspondiente reclamación ante la Junta de Castilla y León.

    Una reclamación que se basa en la Sentencia del Tribunal Supremo, de 22 de marzo de 2013, de la que se desprende que la Administración debe hacerse cargo de la  responsabilidad patrimonial en virtud de la conservación de la especie.

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