En estas últimas se incluyen los montes de utilidad pública (MUP), cuyas licencias de aprovechamiento se emiten por los ayuntamientos a cada ganadero que integran las diferentes agrupaciones de pastos sobre la base de los planes de aprovechamiento correspondientes.
Según la Consejería, las nuevas tecnologías permiten realizar una delimitación más exacta de los perímetros de los montes y ajustar las superficies a la realidad, un proceso que ha dado como resultado alguna reducción en las hectáreas susceptibles de aprovechamiento para el pastoreo.
No obstante, no ha habido ninguna modificación en cuanto al Coeficiente de Admisibilidad de Pastos (CAP) aplicado, el mismo que se viene utilizando históricamente dado que será el próximo año cuando se modifique bajo el diseño que pondrá en marcha el Fondo Español de Garantía Agraria (FEGA).