El Govern balear prohibirá a los comercios y puntos de venta de alimentos tirar comida en buen estado, según se recoge en el anteproyecto de Ley de Residuos, que el ejecutivo regional prevé que sea aprobado este año por el Parlament.

La futura ley contempla el desarrollo de un reglamento que, además de prohibir que se desechen como basura alimentos aptos para el consumo, regulará la donación de la comida sobrante de comedores escolares, hospitales, residencias y otras grandes cocinas colectivas.

El borrador de la ley, que el Govern ha sacado a exposición pública, establece que cuando la ley entre en vigor (previsiblemente en 2019), establecerá la obligación para bares y restaurantes de entregar a sus clientes los alimentos que hayan pagado pero no consumido.

La normativa impulsada por la Conselleria de Medio Ambiente del archipiélago se avanza a la regulación europea al adelantar a enero del próximo año la prohibición de distribución de bolsas de plástico de un solo uso por parte de las tiendas, que solo podrán emplear «bolsas compostables muy ligeras» en el caso de productos alimentarios.

El Govern se marca el objetivo de reducir un 10 % la generación de basuras antes de 2020

«A partir del 1 de enero de 2020 queda prohibida la venta de platos, cubiertos, vasos, tazas de plástico y bandejas alimentarias de un solo uso hechas de plástico», de nuevo con la excepción de las compostables, recoge el texto de la futura ley.

Añade la prohibición de venta de productos con microplásticos, de mecheros no recargables y de maquinillas de afeitar y cartuchos de tinta de un solo uso, también desde el inicio de 2020. En esa misma fecha será ilegal en Baleares la venta de cápsulas de café de un solo uso «fabricadas con materiales no fácilmente reciclables, orgánicamente o mecánicamente».

La prohibición alcanza asimismo a pajitas para bebidas, bastoncillos para limpiar las orejas y los palos de piruletas y chupachups.

La ley busca también la reducción del uso de envases de plástico con medidas como la prohibición de la venta de agua en botellas de plástico en edificios de las administraciones públicas, con la excepción de los centros sanitarios, donde se instalarán obligatoriamente dispensadores gratuitos de agua potable.

El proyecto contemplan incluso la obligación de que los establecimientos de hostelería tengan que dar agua potable no envasada a sus clientes.

Con la Ley de Residuos, el Govern balear se marca el objetivo de reducir un 10 % la generación de basuras en el archipiélago antes de 2020 y un 20 % en la siguiente década.

A los ayuntamientos se les dará un plazo de dos años para implantar la recogida diferenciada de residuos orgánicos compostables, aceites vegetales, restos de poda, textiles y desechos peligrosos

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