Bodegas Barbadillo vuelve a lanzar su Promoción «Dando en el Blanco», en esta ocasión en establecimientos de alimentación con su vino más consumido en España, Castillo de San Diego, conocido por la mayoría de los consumidores simplemente como Barbadillo, gracias a una tecnología inteligente en los collarines de las botellas.

La bodega de Sanlúcar de Barrameda es pionera en utilizar una nueva tecnología que incorpora a los collarines de 126.000 botellas. Cada uno de los collarines llevara un chip similar al utilizado en las etiquetas de su marca súperpremium «Barbadillo Versos 1891», que permitía certificar la autenticidad del vino y saber si la botella había sido abierta o no.

Ahora, Bodegas Barbadillo,  utiliza esta tecnología inteligente en una acción promocional denominada www.dandoenelblanco.es para poder entregar premios de 1.000€ a través de las 126.000 botellas que se han repartido por los diferentes establecimientos de alimentación (pincha aquí para conocerlos) por toda la geografía española.

La promoción, que ya ha comenzado, tiene a sus dos primeros ganadores en las ciudades de Zaragoza y Málaga y estará presente a lo largo de este verano en los establecimientos de distintos supermercados e hipermercados españoles.

Tecnología Inteligente NFC

NFC Opensense es un sistema a prueba de falsificaciones que ya ha utilizado esta bodega para certificar la autenticidad de su vino más preciado, Barbadillo Versos 1891, y que se utiliza en esta ocasión para una acción en el punto de venta. Con solo acercar el teléfono al collarín que llevan 126.000 botellas de Barbadillo se abre una aplicación a la que el consumidor deberá incorporar un código que viene en el tapón/corcho con la finalidad de saber si ha obtenido el premio en metálico.

El chip que se incorpora en cada collarín promocional es una tecnología contactless similar a las incorporadas en la tarjetas de débito y crédito que permiten transmitir la información en tiempo real, geolocalizar cada lectura que se haga de la etiqueta y además es imposible de copiar pues cada collarín dispone de una ID única que es rastreable y no puede ser clonada.

Esta tecnología, que se utilizó para una tirada especial de tan solo 100 botellas de un amontillado viejo procedente de una bota de 1891 y cuyo coste por unidad es de diez mil euros, se ha adaptado para utilizarla de manera pionera en esta promoción de la marca Castillo de San Diego que el año pasado tuvo un gran éxito en los establecimientos de hostelería.

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