"Vamos a analizar (la ley) hasta que estemos plenamente convencidos de que la ley hace lo que ellos dicen que hace, que es atender las preocupaciones brasileñas y eliminar los subsidios de manera importante", señaló Figueiredo.

   "Pero dije claramente a Mike Froman que las represalias para nosotros son una posibilidad", agregó. "Todas las opciones siguen sobre la mesa".

    El ministro de Exteriores calculó que el proceso de revisión de la ley agropecuaria estadounidense llevará al Gobierno brasileño "hasta dos meses", y recordó que la decisión de tomar represalias no correspondería a su ministerio, sino a la Cámara de Comercio Exterior (Camex) brasileña.

    Camex, vinculada al Ministerio de Desarrollo, Industria y Comercio Exterior de Brasil, inició este mes consultas con las partes interesadas en el conflicto algodonero, con el fin de decidir antes del próximo 28 de febrero si impone sanciones a Estados Unidos.

    Esa evaluación se desató en respuesta a la decisión de Estados Unidos de suspender las indemnizaciones mensuales que mantenía a los algodoneros brasileños a raíz de un fallo de la Organización Mundial del Comercio (OMC), con el fin de compensar los subsidios concedidos a los productores estadounidenses.

    La OMC autorizó en 2009 a Brasil a aplicar represalias comerciales por 829 millones de dólares a Estados Unidos por los subsidios ilegales al algodón, pero esas sanciones estaban en suspenso en virtud de un acuerdo alcanzado un año después por ambos países y en el que el gobierno estadounidense se comprometió a eliminar las ayudas y a pagar compensaciones hasta aprobar una nueva ley agraria.

    En agosto pasado, el secretario de Agricultora de Estados Unidos, Tom Vilsack, anunció la suspensión de los pagos al alegar que la ley agraria expiraría el 30 de septiembre de 2013 y correspondía al Congreso aprobar una nueva ley que solucionara el asunto. "Ellos prometieron que la nueva ley resolvería la situación", subrayó hoy Figueiredo.

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