Según la Cancillería, la decisión es una demostración de la calidad y la sanidad del producto brasileño, que ya es reconocida por otros países, y reafirma las buenas relaciones que Brasil y Japón construyen en materia de sanidad animal.

    Por las restricciones sanitarias, Brasil sólo le vendía a Japón derivados de carne porcina procesados.

    El mercado japonés es uno de los más disputados por los exportadores de carne porcina debido a que llega a 1,8 millones de toneladas al año, la mitad de ellas importadas. Japón importó el año pasado 5.200 millones de dólares en carne porcina y sus derivados, con lo que se confirmó como el mayor comprador mundial.

    Los mayores abastecedores de Japón son Estados Unidos (40 %), Canadá (22 %), Dinamarca (15%) y México (5,7%).

    Santa Catarina, estado en el que 50.000 familias crían cerdos, es el mayor productor de carne porcina en Brasil y responde por cerca del 30 % de las exportaciones brasileñas del sector.

    Este estado brasileño también está negociando un acuerdo con las autoridades sanitarias de la Unión Europea para elevar sus ventas.

    Brasil, el mayor exportador mundial de carne bovina y de carne de pollo, también es uno de los principales abastecedores de carne porcina, con ventas que el año pasado se ubicaron en 581.477 toneladas, con un crecimiento del 12,60 % frente a las de 2011.

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