"Los ganaderos de Cantabria pueden tener la seguridad de que van a mantener su nivel de rentas", ha subrayado la consejera, quien ha señalado que el plan priorizará, entre otras medidas, la incorporación de jóvenes al sector primario.

     En este sentido, ha señalado que las ayudas a la primera instalación tendrán una dotación individual máxima de 44.000 euros, cuatro mil euros más que en el período actual. Asimismo, ha dicho que en el nuevo periodo, la alta montaña recibirá también una atención "especial".

     La nueva ayuda a zonas con limitaciones naturales englobará las anteriores ayudas a indemnización compensatoria, pastoreo tradicional y conservación de pradera, de forma que se reforzará presupuestariamente y se facilitará la gestión, ha indicado el Gobierno cántabro en un comunicado.

     Además, su percepción, que ya no estará limitada a 2.000 euros por explotación, se reserva sólo a los ATP (agricultores a título principal), es decir, productores que obtienen el grueso de sus ingresos de la actividad agraria.

     Para acotar ese patrón, se utilizarán desde la Administración los registros del Régimen Especial de la Seguridad Social Agraria.

Apusta del Gobierno regional por la ganadería de alta montaña


     Martínez ha recalcado también que la apuesta del Ministerio de Agricultura por la alta montaña se traduce en que la comunidad autónoma recibirá en el nuevo periodo de financiación comunitario (2014-2020) cuatro millones de euros más al año en pagos acoplados para el bovino de leche y otros cuatro millones para el bovino de carne.

     De los 12,9 millones de euros percibidos anualmente entre 2007 y 2013, se pasa a ingresar 20,9 millones de euros al año hasta 2020, ha precisado.

      El objetivo, según dice, es avanzar en la apuesta del Gobierno por el vacuno, que considera "un nicho de empleo y riqueza imprescindible" para "apuntalar" el desarrollo rural en la comunidad autónoma. Para la consejera, la feria de Espinilla es un ejemplo de la "buena salud de que gozan las razas cárnicas".

      El censo cántabro ha experimentado un crecimiento ligeramente superior al 10 por ciento en lo que va de legislatura, de forma que la comunidad autónoma ha pasado de 30.000 reses en 2011 a las más de 33.250 con que se cerró 2013.

     También han crecido las ayudas y entre 2011 y 2013 se han concedido más de seis millones de euros en ayuda directa a los productores de ganado de carne, con una tendencia al alza que va desde los 2.073.593 euros en 2011 a los 2.184.700 del pasado año.

      Martínez ha contrapuesto estas cifras a las de la legislatura anterior, cuando se abonaron 1,9 millones en 2009, y 1,8 millones en 2010. "Hay motivos más que sobrados para ser optimistas", ha concluido la consejera, que está convencida de que "la progresión del vacuno de carne va a continuar al alza".

      "No va a ser un camino fácil, pero creo sinceramente que el más difícil ya lo hemos recorrido junto al sector, y ese camino pasaba por recuperar a nuestro ganado de carne y volver a disponer de un sector fuerte y competitivo", ha señalado.

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