La Alcachofa de Tudela se encuentra ya a pleno rendimiento. Así, tras las heladas de principio de año que exigieron un tiempo de espera para que la planta se recuperase y pudiera entrar en producción, ya se puede encontrar en el mercado, desde hace algo más de una semana, Alcachofa de Tudela certificada en fresco.

Según datos proporcionados por el Consejo Regulador, la superficie inscrita en este campaña es de 912 has, un 22% más que las 748 que se inscribieron el año pasado, que contó además con un total de 577 parcelas y 104 agricultores registrados. En total se certificaron más de dos y medio millones de kilogramos, 1.907.084 en fresco y 593.340 en conserva, que fueron distribuidos por 5 comercializadores y 10 conserveras, respectivamente.

Durante los últimos años, la Alcachofa de Tudela ha experimentado un importante incremento tanto en producto certificado en conserva como en fresco, aunque el aumento en este caso es considerablemente mayor. De hecho, para esta campaña el Consejo Regulador prevé que, si se mantienen unas condiciones meteorológicas adecuadas, los kgs de producto certificados en fresco podrían aumentar hasta un 15%.

Para poder ser acogidas por la Indicación Geográfica Protegida, las alcachofas comercializadas en fresco deben ser la variedad Blanca de Tudela y presentar su forma característica, con su típico orificio en su parte central. Sus brácteas deben estar apretadas, con un aspecto fresco y firme. Se pueden adquirir en el mercado o bien en docenas con tallo y hojas o por kilos con un tallo como máximo de 10 cm.

En cualquier caso las alcachofas deberán ir identificadas con la banda o contraetiqueta numerada que certifica que se trata de Alcachofa de Tudela.

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