La Unión de Pequeños Agricultores y Ganaderos (UPA) está impulsando en el Comité Económico y Social Europeo un dictamen en defensa del sector remolachero-azucarero europeo. El objetivo de la organización es proteger a los productores ante el fin de las cuotas de la remolacha el próximo 1 de octubre. UPA reconoce que esta liberalización puede suponer para el sector la oportunidad de «liberarse de un corsé» que se ha mantenido cincuenta años. Sin embargo, «también creará un entorno de mercado más duro y volátil en el que peligra la supervivencia de pequeños y medianos agricultores de remolacha y, con ellos, de muchas zonas rurales».

UPA asegura que deben definirse mejor las condiciones para activar la ayuda al almacenamiento privado, para que sirva para apoyar al sector remolachero-azucarero en situaciones de crisis. La organización agraria también ha pedido utilizar medidas como el artículo 222 del Reglamento de la OCM única. En segundo lugar, UPA pide que la PAC incluya instrumentos de mercado que fomenten la producción continua de azúcar.

UPA ha recordado que el fin de las cuotas obligará a las industrias azucareras a hacer públicos los precios que manejan. Por ello, la tercera medida que ha propuesto UPA es que esta exigencia de transparencia se traslade a todos los eslabones de la cadena. «La liberalización debe servir», aseguran, para que el sector remolachero-azucarero en España vuelva a recuperar los niveles de producción de hace una década.

La organización agraria quiere que la Comisión Europea fomente las exportaciones de azúcar de la UE. Por tanto, han pedido a las instituciones europeas que sean «especialmente cauta» respecto al azúcar en las negociaciones de los acuerdos de libre comercio con terceros países.

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