Con el propósito de consensuar las acciones que integrarán este programa promovido por la Consejería de Agricultura, Ganadería, Pesca y Aguas del Ejecutivo regional, se reunieron en la Escuela de Capacitación Agraria de Tacoronte (Tenerife) los comités científico y asesor que se encargan del desarrollo de esta actuación. Como se puso de manifiesto en este encuentro, presidido por los directores generales de Agricultura y Desarrollo Rural, y Ganadería, Pedro Tomás Pino y Juan Pedro Dávila, el Departamento estima que este plan se presente a finales de año, para que en el primer trimestre de 2015 ya se hayan realizado las primeras siembras.

Elegir las especies vegetales más interesantes para su cultivo

     Los primeros pasos de esta actuación van encaminados a elegir las especies vegetales de forrajes que pueden resultar más interesantes para su cultivo, primando las autóctonas por su riqueza genética y adaptación a la climatología y a las condiciones orográficas de las Islas. Así, teniendo en cuenta estos factores y su interés nutricional han sido preseleccionadas la Tedera, el Tagasaste, la Vinagrera, la Cebada Autóctona y el Salado; plantas productivas y adaptadas, unas a zonas de abundante pluviometría, y otras a zonas semidesérticas.

     Asimismo se realizarán ensayos con otras variedades, que pese a ser foráneas presentan un alto rendimiento productivo y una gran valor nutricional, como son los diferentes tipos de alfalfa, el maíz forrajero o la maralfalfa. En cualquiera caso, la decisión final de las especies de cultivo que se implantará en cada zona e isla, dependerá de las conclusiones de los estudios y valoraciones de los expertos que componen el comité científico.

     Otra etapa importante de esta acción que ya se está ejecutando, es la selección de superficies de cultivo piloto, fundamentalmente en terrenos de medianías en situación de abandono-que Ayuntamientos y Cabildos pondrán a disposición de esta actuación-, y la posterior creación de un registro de suelos potencialmente cultivables con forrajeras, así como de agricultores que podrían estar interesados en explotar dichas áreas, determinando modalidades de explotación individual o comunitaria.

Pruebas en zonas de abandono y en propieades privadas para lograr rentabilidad

     Asimismo se prevé incluir terrenos de propiedad privada, de forma que sus propietarios obtengan rentabilidad a través de su explotación directa o por el pago de la cesión de estas áreas para su uso forrajero por agricultores que quieran desarrollar esta actividad.

     De cada cosecha de invierno y verano la Universidad de La Laguna, la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria, y el Instituto Canario de Investigaciones Agrarias (ICIA), extraerán los datos necesarios para conocer la producción de cada cultivo por isla. La recogida de información en años sucesivos permitirá determinar la eficiencia productiva agraria forrajera en el 2018.

     Seguidamente, en el periodo 2018-2020 se llevará a cabo el estudio de la calidad forrajera de las distintas especies vegetales y de los subproductos obtenidos en la cabaña ganadera de cada isla, y finalmente, podrá generalizarse el cultivo de aquellos forrajes que logren la denominación de “eficiente” en cada zona e isla. Para ello será preciso gestionar entre administraciones y particulares la cesión-en arrendamiento, usufructo, etc.-de parcelas agrarias en desuso para ponerlas en cultivo y se facilitará la entrega de semillas y el asesoramiento técnico preciso para las cosechas.

Financiación canaria de este plan pionero

     Este plan se financiará con recursos propios de las administraciones públicas que intervienen, las cuales aportarán los recursos humanos cualificados en cada fase del proyecto y podrán a disposición del mismo las superficies agrarias públicas-ahora en barbecho- para su cultivo forrajero. Los participantes en esta iniciativa-agricultores, ganaderos y otras entidades como los Grupos de Acción Local (GAL) o las Reservas de la Biosfera-podrán beneficiarse de diferentes acciones en el marco de distintas medidas de ayuda del Programa de Desarrollo Rural de Canarias 2014-2020.

      Junto a las necesidades básicas de insumos que toda actividad agraria precisa para la subsistencia de una cabaña ganadera sana- que propicia un sector ganadero rentable-, es necesario desarrollar en Canarias una actividad de cultivo forrajero que genere empleo, que fije la población al medio rural y que contribuya al aumento del autoconsumo en esta región.

     En un territorio archipielágico con una orografía abrupta, con escasez de agua y falta de implantación de regadíos en muchas zonas de medianías que pudieran ser aptas para el cultivo forrajero, existen varios factores negativos que obstaculizan el desarrollo de los forrajes, como son su competencia por el suelo y por el agua con los cultivos tradicionales e intensivos destinados al consumo humano.

     Así, la escasez de suele apto y la falta de planificación nos hace muy dependientes de la importación de insumos, con la peligrosa vinculación a las alzas de los precios debidos a las variaciones de los portes y combustibles que en muchas ocasiones hacen inasumibles los precios de las forrajeras básicas para alimentar el ganado.

      Todos esos inconvenientes hacen necesario establecer un plan para determinar qué especies vegetales forrajeras pueden ser válidas para su producción local a nivel insular y desvincular al Archipiélago, en la medida de lo posible, de la dependencia de la importación, para ir aumentando así el autoabastecimiento de insumos de la cabaña ganadera, hoy prácticamente inexistente.

 

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