El consejero cántabro ha destacado que la comunidad ha tomado la decisión de prohibir esta técnica "dentro de sus competencias" y "exclusivamente" para el territorio regional. Y eso, a su juicio, "es compatible con que el Estado plantee una legislación a nivel general que sí permita el uso" de la fractura hidráulica en España.

    Fernández ha recalcado que se trata de "dos administraciones distintas, con ámbitos distintos y competencias distintas".

    Y ha explicado que aunque Cantabria comparte la voluntad del Minsiterio de impulsar el desarrollo industrial, la comunidad autónoma ha puesto "sobre la balanza" la importancia del desarrollo económico, pero también la singularidad de su territorio y sus recursos naturales, que es lo que ha pesado más finalmente.

    El responsable de Medio Ambiente ha subrayado que "las autonomías surgieron precisamente para dar cabida a las singularidades de regiones específicas" y ha señalado en este sentido valores como el paisaje o los recursos hídricos y naturales, que son "tremendamente importantes" en el caso cántabro.

   "En base a esas peculiaridades y a las competencias que tenemos para la ordenación del territorio y el uso del suelo, es cuando Cantabria toma la decisión de que en nuestro ámbito territorial consideramos inadecuada la utilización de esta técnica mientras las incógnitas que plantea no se despejen", ha concluido.

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