El CEIS-Campo de Cariñena recogerá estos residuos de las viñas y producirá una energía limpia y menos costosa de la que se beneficiarán los habitantes de la zona, lo que generará un sistema de economía circular.

      "Permitirá la implantación de innovadoras tecnologías en el conjunto de los procesos productivos, desde los cultivos al aprovechamiento integral de los residuos generados, que serán utilizados en la generación de calor para el municipio", destaca De Miguel.

Reducirá la huella de carbono en un 16%


     El presidente del Clúster estima que se podrá alcanzar un ahorro del 50 % en el coste de la calefacción de los edificios y atraer nuevas inversiones en el polígono industrial al disponer de energía térmica competitiva para la actividad industrial.

     Además, el proyecto permitirá a los productores reducir la emisión de la huella de CO2 en hasta un 16%, según ha destacado el presidente de la Denominación de Origen Protegida, Antonio Ubide.

     Y es que, según Ubide, algunos países, en los controles de calidad que hacen a las botellas de vino, solicitan la cantidad de dióxido de carbono producido en su elaboración, desde el cultivo hasta el transporte al destino final.

     Cariñena, que exporta el 75% de su producción total (57 millones de botellas en 2013) podrá ofrecer así mejores estadísticas medioambientales ante el exigente mercado exterior, señalan las fuentes.

     El proyecto supondrá una inversión de más de cinco millones de euros y la creación de medio centenar de puestos de trabajo.

×