EFE.- "Tenemos que revisar si estamos con la cantidad de gente ideal para poder hacer los controles. Tengo entendido que no, sería una debilidad nuestra", dijo Cartes en una rueda de prensa en el aeropuerto Silvio Pattirossi.

Cartes, que acababa de llegar de la Cumbre de la Celac, en Cuba, declaró que su gabinete analiza las posibles limitaciones de personal del Senave (Servicio Nacional de Calidad y Sanidad Vegetal y de Semillas), el organismo encargado del control del uso y aplicación de agroquímicos.

Las declaraciones de Cartes se producen un día después de que el ministro del Interior, Francisco de Vargas, compareciera ante una Comisión Especial del Senado para explicar la actuación policial en distintos enfrentamientos con campesinos contrarios a las fumigaciones.

Los congresistas atendían a la denuncia de ocho campesinos que dijeron haber sido secuestrados y torturados por agentes policiales el pasado 15 de enero en Tapiracuái Loma, en el departamento de San Pedro.

Según los senadores, los policías retuvieran a los campesinos en un latifundio, donde ocurrieron los abusos, que actualmente investiga la Fiscalía.

Asimismo reclamaron a De Vargas explicaciones por el uso de la fuerza la semana pasada contra campesinos que exigían la detención de una fumigación en el distrito de General Resquín, en el mismo departamento.

Durante la protesta, un campesino perdió un ojo a consecuencia del impacto de un balín disparado por la Policía.

De Vargas prometió una investigación y la elaboración de un protocolo de actuación policial para evitar situaciones similares.

Las organizaciones campesinas de Paraguay llevan tiempo denunciando que las fumigaciones contaminan o destruyen sus propios cultivos, algo que ha abierto un debate a nivel nacional.

Paraguay, es el tercer exportador de soja del mundo, con cerca de 3 millones de hectáreas dedicadas al cultivo de esta planta.

La mayor parte de las plantaciones de soja del país son cultivos transgénicos, modificados genéticamente para que no les afecte el uso de agroquímicos, que destruyen el resto de la vegetación.

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