Los costes del regadío son un elemento diferencial de nuestra agricultura respecto a la del resto de competidores europeos, donde el clima más húmedo permite prescindir de esta práctica agronómica. Cualquier incremento de los costes, y en particular el de la energía eléctrica, colocan a los productos de Castilla y León en una situación de desventaja competitiva que puede acabar con producciones tan emblemáticas como la de la remolacha.

    No hay que olvidar que la mayoría de los agricultores de regadío han efectuado fuertes inversiones que están amortizando, como también están amortizando mediante el pago anual de tarifas y cánones todas las obras públicas de regadío que ejecutan las administraciones.

    ASAJA de Castilla y León, que hace un llamamiento a todos sus socios para que participen activamente en la manifestación del día 20 convocada por los sindicatos de regantes, exige la urgente revisión de las tarifas de la energía eléctrica para riego, pide que se pueda contratar la potencia para la campaña y darla de baja cuando se terminan las labores de riego, exige normas para que de verdad haya una libre competencia en el mercado, y a la vez  pide la revisión a la baja del IVA que se aplica a esta fuente de energía.

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