El conseller de Agricultura, Ganadería, Pesca, Alimentación y Medio Natural, Josep Maria Pelegrí, ha resaltado por su parte que el impulso del enoturismo contribuirá a la dinamización de la economía catalana, así como a la fijación de la población en todo el territorio.

    Asimismo, ha señalado la gastronomía y el paisaje como activos a explotar, unidos a las doce denominaciones de origen de vino y cava de Cataluña, para atraer a los visitantes con una oferta cada vez de más calidad.

    Las primeras acciones del programa Enotursimo Cataluña consistirán en el desarrollo de una señalización específica para identificar las diferentes zonas vitivinícolas catalanas, así como la creación de una Mesa de Trabajo del Enoturismo.

    Este grupo de trabajo coordinará la participación de los diferentes actores en el proyecto y estudiará cómo potenciar el turismo de vinos a través de rutas y paquetes turísticos, entre otros, que en un primer momento buscarán llamar la atención del mercado local y de proximidad, para después extenderse al resto de perfiles.

    La definición de este plan llega tras la redacción de un primer inventario del sector, en el que se han identificado casi 300 bodegas que ya ofrecen visitas y servicios para turistas.

    Esta iniciativa la han impulsado de forma conjunta la Agencia Catalana de Turismo (ACT) y el Instituto Catalán del Viñedo y el Vino (Incavi), y responde al compromiso del gobierno catalán de potenciar la industria y el turismo de vinos y cavas, y se enmarca en el Plan Estratégico de Turismo que el Govern aprobó hace unos meses.

    "Cataluña es como la carta a los Reyes Magos: le puedes pedir lo que quieras y te lo da. Lo tenemos todo", ha resuelto el experto en vinos Lluís Tolosa, que ha enumerado punto por punto los atractivos que el territorio catalán puede ofrecer a los turistas.

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