Cerca de 200 ganaderos asturianos han participado este viernes 22 en la manifestación convocada por la Unión de Campesinos Asturianos (UCA) para protestar por el retraso en el pago por los daños de la fauna salvaje y por la manera de evaluarlos, así como por la falta de claridad en la normativa de purines.

Los manifestantes han recorrido el trazado desde la sede del EASMU hasta la Junta General del Principado, donde han sido recibidos por los portavoces de los distintos grupos, que han escuchado las reivindicaciones del secretario general de la UCA, José Ramón García Alba, y han tomado la palabra para dirigirse a los manifestantes.

García Alba ha mostrado su malestar con la manera de evaluar los daños de la fauna salvaje, ya que tan solo se encarga un guarda de dicha evaluación y se pretende que una comisión, en la que participarían las organizaciones agrarias, decida los daños en base a ese informe.

A su juicio, se está tratando de «pasar la pelota a las organizaciones agrarias», algo a lo que su sindicato se opone, ya que considera que debe ser un técnico externo quien evalúe y decida esos daños.

temen que después de las elecciones «no se pueda volver a regar con purines en Asturias»

Además, ha criticado que se está pagando solo «un 40 por ciento de los daños producidos», y que, hasta ayer, había un retraso de un año en los pagos.

En este sentido, ha reconocido que tras el anuncio de la manifestación de los ganaderos asturianos se han abonado los daños pendientes de todo el 2018, que suponen una cantidad cercana al millón de euros.

No obstante, entiende que los grupos políticos deben posicionarse y decir «si van a apoyar a los ganaderos con los daños», incluyendo una partida que garantice los pagos en los presupuestos regionales.

Otra de las reivindicaciones tiene que ver con la falta de claridad en la normativa de los purines, ha apuntado.

Por este motivo, ha pedido a los grupos parlamentarios que se posicionen en este asunto, ya que la UCA teme que después de las elecciones «no se pueda volver a regar con purines en Asturias».

Sobre este asunto, ha hecho hincapié en que hay productos suficientes para echar en las fosas sépticas que ayudarían a reducir casi el 40 por ciento de las emisiones, aunque ha lamentado que no se esté optando por este camino, sino por el de perjudicar a las explotaciones intensivas, que verían reducidas las ayudas de la Política Agraria Común (PAC), lo que desembocaría en el cierre de las mismas.

Asimismo, ha incidido en que la prohibición de regar de purines obligaría a los ganaderos a realizar mayores inversiones, aumentando el problema de la despoblación de la zona rural, que ya sufre el abandono del mundo de la ganadería por su «falta de rentabilidad».

En la protesta de los ganaderos asturianos también han participado representantes de la Asociación de Apicultores de Asturias por su disconformidad con la propuesta para la IGP «Miel de Asturias».

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