En España hay casi 5.000 apicultores profesionales de un total de 25.000. Nuestro país cuenta con más de 2,5 millones de colmenas, que desempeñan una importante labor medioambiental en el mantenimiento de la biodiversidad y equilibrio ecológico gracias a la polinización que realizan las abejas en el medio natural.

     Por eso, los apicultores han lamentado que las importaciones chinas son “la gota que colma el vaso” tras una serie de problemas como el despoblamiento de las colmenas, enfermedades como la varroa, la meteorología adversa o la presión de los abejarucos sobre las poblaciones de abejas. Según UPA peligra la continuidad de muchos productores, ahogados por el aumento de los costes de producción y una baja rentabilidad.

Cambiar el etiquetado, básico para ayudar al sector

      Y una de las mejores maneras de combatir esta situación es, como acaba de reclamar UPA, que el Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente apruebe una trasposición de la Directiva europea de la Miel que proteja a los apicultores españoles. Actualmente, se usan los términos ‘mezcla de mieles de la UE’, ‘mezcla de mieles no procedentes de la UE’ y ‘mezcla de mieles procedentes de la UE y no procedentes de la UE’. “El etiquetado actual es confuso y ni protege la producción nacional ni pone en valor el trabajo de los apicultores”, han explicado desde UPA.

      Los productores de miel demandan que las etiquetas de los envases indiquen claramente el país o los países de origen con sus porcentajes respectivos de la miel comercializada. Estas etiquetas, que ya aplica algún país en la UE, garantizarían el derecho de los consumidores a una elección libre y transparente en sus compras y en beneficio de la producción nacional. UPA pide asimismo sanciones para las empresas “que no cumpliesen la normativa que reclamamos”.

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