EFE.- El estudio, resultado de la colaboración entre las universidades de Wisconsin-Madison, Michigan State y British Columbia, cuenta con la participación del investigador español del Instituto de Recursos Naturales y Agrobiología de Sevilla (Irnase) Jorge Rencoret.

«Los materiales lignocelulósicos son la principal fuente de materiales renovables de la Tierra y se encuentran en las paredes celulares de las plantas», ha dicho a Efe el investigador del Irnase y coautor del estudio.

Aunque el porcentaje varía según la planta, esta estructura está formada por celulosa (aproximadamente un 50 %), lignina (20-30 %) y hemicelulosa (20-30 %).

La celulosa y la hemicelulosa (los carbohidratos de la planta) son los componentes «más interesantes» para la industria, que los emplea en la fabricación de pasta de papel, biocombustibles, reactivos químicos y otros productos.

Sin embargo, «para fabricar cualquiera de estos productos, hay que degradar la lignina previamente, que actúa como un pegamento natural y une a los carbohidratos formando una especie de conglomerado», según Rencoret.

Hasta el momento, este proceso es muy costoso y requiere el uso de grandes cantidades de energía y reactivos químicos.

El grupo de investigación de materiales lignocelulósicos del Irnase lleva años estudiando las características de la lignina, «precisamente para encontrar métodos que nos ayuden a degradarla».

Una alternativa prometedora para reducir estos coste consiste en obtener plantas transgénicas con ligninas más fáciles de degradar.

En este trabajo, se ha logrado manipular genéticamente un híbrido de chopo con una lignina más fácil de degradar.

El experimento, que se puso en marcha en varios tipos de planta, funcionó con el chopo, «con lo que el éxito fue doble, ya que este árbol tiene una cantidad de biomasa considerable (aproximadamente el 60 % de su tronco es celulosa).

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