EFE.- Clemente ha explicado que, desde la plaga de 2007, la Junta de Castilla y León «ha realizado una monitorización permanente de la población de topillos», que en este último año «ha ofrecido algunos datos anormales».

Tras la adopción de algunas medidas, sólo en la zona de Tierra de Campos, en el oeste de las provincias de Valladolid y Palencia y en el norte de Zamora, se mantienen «niveles anormales más elevados de lo habitual».

De ahí el permiso para arar en profundidad el terreno que «no tendrá en ningún caso afección en las ayudas de la PAC», además de insistir en otras recomendaciones para los agricultores.

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