Además de la destrucción de ribazos, de bancales de cultivo en zonas con pendiente, roturación de terrenos para cultivar olivar y colocación de sistema de riego por goteo en algunas parcelas.
Las obras han afectado a un total de 65 hectáreas en una zona situada dentro del parque natural y en una zona de especial protección para las aves, así como integrada en "Zonas de protección de grado C".
Por estos hechos fueron condenados como autores de un delito contra la ordenación del territorio a una pena de seis meses de cárcel cada uno, y la inhabilitación para su profesión durante ese tiempo además del pago de una multa de 2.160 euros.