Aunque apuntó que es difícil determinar el coste de producción, Hernández recordó que hay históricamente largos períodos en que los ganaderos han recibido por su leche cantidades inferiores, lo que, en una situación de déficit de este producto en España, significa que "algo falla", máxime cuando se trata de la Comunidad que más produce y en la que las explotaciones han hecho un gran esfuerzo de modernización.

     El responsable del CGC opinó que la existencia de "desequilibrios inherentes" a este mercado justifica la intervención de la Administración, que está teniendo "un éxito razonable", como el hecho de que en diez meses de la instauración del "paquete lácteo", el diferencial de precios de Galicia con el resto de las Comunidades autónomas se haya reducido en un 40 por ciento.

     También se refirió al impulso de los contratos-tipo y protocolos de colaboración con los diversos eslabones de la cadena, aunque reconoció que habrá que profundizar en otros, como la creación de organizaciones de productores, para reducir las diferencias de capacidad negociadora y evitar situaciones de abuso.

     Recordó que el Consello había iniciado una investigación sobre este mercado, pero fue reclamada por la Comisión Nacional, al considerar que abarcaba varias Comunidades, por lo que incoó en julio de 2012 un expediente para determinar la existencia de reparto de mercados, intercambio de información y fijación de condiciones comerciales, que espera que esté terminado en la segunda mitad de este año.

     En cuanto a las conclusiones del informe del órgano gallego de la competencia, su presidente se refirió a la práctica de venta a pérdida de marcas blancas como producto reclamo y dijo que no es contrario a la competencia que se pueda producir esta situación "puntualmente", "pero no puede ser que las pérdidas que asumen (con estas promociones) las grandes superficies, acaben pagándolas los ganaderos".

"Que vendan al precio que quieran -insistió-, pero que asuman ellas ese coste". En el primer apartado de las conclusiones, el Consello ya define un mercado en el que el procesado y envasado de leche líquida está "bastante concentrado" y la producción "muy atomizada", lo que "da lugar a que la mayor parte de los ganaderos tengan un poder de negociación muy bajo o inexistente en relación con las procesadoras que adquieren su leche crudo".

    También señala que, cuando existen mercados en los que se exacerban los desequilibrios y asimetrías, las consecuencias son "especialmente graves para los integrantes más débiles de la cadena".

Posición de privilegio de la industria


     Apunta que la inexistencia o incumplimiento de los contratos comporta también una "asimetría informativa", pues los productores no conocen las condiciones comerciales hasta que cobran, aunque también sostiene que la existencia de estos contratos "no significa que haya un equilibrio negociador, debido a la posición de privilegio de las industrias".

     Además, recoge las denuncias de ganaderos y sindicatos, de manera que "podría existir un reparto del mercado de recompra de leche crudo entre las empresas que recogen y envasan, ocasionado por las dificultades de los ganaderos de cambiar de comprador".

     También sostiene que a esta situación se añade que "se podrían dar acuerdos de precios de compra de leche crudo entre las empresas transformadoras", una estrategia que "estaría basada en el seguimiento de un líder que es el que impondría los precios de compra a la baja, pero se haría de forma rotatoria para dificultar el conocimiento de esta práctica".

    El Consello se hace eco en su informe de la denuncia de los ganaderos de que "algunas empresas transformadoras importan leche cruda desde Francia con un precio inferior al que reciben los ganaderos franceses y que este precio, que es muy bajo, influye en los precios que reciben los ganaderos gallegos".

     Preguntado por la posibilidad de incluir una referencia al coste de producción para determinar el precio en la Ley de Calidad Alimentaria que prepara el Congreso, como reclaman los productores y acordaron con el presidente de la Xunta, Hernández consideró que es "complejo", agregó que se trataría de una "medida importante", pero concluyó que no sabía "el caso que le van a hacer" a esta reivindicación gallega.

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