Para la organizaciones empresariales y cooperativas, "estamos ahora ante una oportunidad para construir un sistema fiscal estable, seguro y atractivo para la inversión empresarial.  Un modelo que ensanche las bases fiscales y ataje el fraude para incrementar los ingresos de la Administración sin necesidad de penalizar el consumo".

      Por eso, consideran en una nota conjunta que, "la nueva normativa fiscal deberá tener entre sus objetivos el análisis del equilibrio fiscal y la eficiencia en la gestión del gasto y deberá reorganizar el actual sistema de tributos, deducciones y tasas estatales, autonómicas y locales. Y, por supuesto, un marco tributario que estimule el empleo, rebajando los costes y cotizaciones que pagan las empresas".

ASAJA se alegra que no se haya hecho caso a los ‘expertos’

     Por su parte, tras su satisfacción, ASAJA recuerda cómo el malestar se apoderó del campo el pasado 14 de marzo cuando saltó la noticia de que un grupo de expertos, la conocida “Comisión Lagares”, había lanzado desde sus despachos una seria de propuestas de endurecimiento fiscal y en paralelo un incremento de las obligaciones contables y tributarias que, de salir adelante, darían la puntilla al sector agrario.

     El endurecimiento fiscal se centraba en la subida del IVA de los alimentos básicos, la subida del IVA de los insumos, la subida de los impuestos especiales, como los que gravan el gasóleo o la electricidad -inputs básicos en las explotaciones agrarias-,  mientras que con la propuesta de la eliminación del régimen de estimación objetiva, conocido también como el régimen de módulos, se incrementaban desmesuradamente las obligaciones contables y de declaraciones tributarias de los titulares de las explotaciones agrarias, lo que hubiera supuesto un lastre notable para esta actividad.

    No obstante, y previo a la difusión del citado informe, ASAJA se había reunido ya con la Secretaría de Estado de Hacienda, concretamente el 4 de marzo, en un encuentro en el que se analizaron diversas fórmulas de mejora tributaria y en el que desde ASAJA se trasladó la necesidad de mantener el régimen de módulos por ser el que mejor se adapta a las peculiaridades del sector agrario.

Un sistema de módulos que venía funcionando bien desde 1995

     Posteriormente, y tras la difusión del documento elaborado por la “Comisión Lagares”, ASAJA elaboró un pormenorizado informe evaluando los perjuicios para el sector agropecuario y para la propia economía nacional, que se vería lastrada por el retroceso que sufriría el sector agrario con la aplicación de cualquiera de estas medidas y especialmente con la “Recomendación 112”, la referida al sistema de módulos.

    Este sistema se implantó en 1995 y va ligado al Régimen Especial Agrario del IVA. El objetivo del sistema de módulos es el de simplificar la tributación de las explotaciones agrarias y se adapta bastante bien a las peculiaridades de este sector, dado que las explotaciones agrarias están sujetas, como ninguna otra actividad, a los imponderables climatológicos, lo que provoca enormes desequilibrios y una tremenda volatilidad de los mercados. Se trata además de una actividad cuyo titular tiene que estar en el campo, atendiendo a sus cultivos y sus animales, por lo que el sistema de estimación objetiva o de módulos es el más adecuado, ya que permite simplificar la contabilidad y la fiscalidad sin restar tiempo ni recursos a la gestión de la explotación, y además permite contemplar, de una manera objetiva, los vaivenes sufridos en la producción como consecuencia de la mala climatología.

Sin subida del IVA a los insumos, electricidad e hidrocarburos

    Asimismo, y tal como desde diversas fuentes gubernamentales se venía anunciando, parece que finalmente el IVA de los alimentos no subirá, lo que es también una buena noticia. Esperamos que, tal y como ha demandado ASAJA a los responsables de los ministerios de Agricultura y de Hacienda tampoco suba el IVA de los insumos, ni los impuestos especiales de electricidad e hidrocarburos, pues los bajos precios que perciben los agricultores por la venta de los productos agrarios en origen no dejan margen para soportar ni una subida más de los costes de producción.

    Tras su paso por el Consejo de Ministros la reforma fiscal debe ir ahora al Congreso y al Senado antes de su aprobación definitiva, por lo que desde ASAJA "vamos a seguir con mucha atención todo el proceso  para ayudar a pulir y mejorar todos aquellos aspectos que no se hayan enfocado adecuadamente".

     Desde ASAJA  se recuerda que el sector agroalimentario genera el 7,8% del PIB nacional, 1.800.000 puestos de trabajo y un valor de exportaciones en el último año de 27.900 millones de euros (el 13% del total de exportaciones de bienes de España).

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