Las encuestas efectuadas por el Departamento de Agricultura, Ganadería y Medio Ambiente del Gobierno de Aragón sitúan el cómputo global de la cosecha en 1,919 millones de toneladas. Para calcular esta cifra se ha trabajado con observaciones puntuales vinculadas a rendimientos unitarios, especies, cultivadores y municipios y tras la transformación del trigo a unidades de cebada se aplican métodos de interpolación espacial.

Avances en el regadío pero con problemas en el secano

     Los cambios tecnológicos del regadío, la gestión de las especies, la incorporación de variedades más productivas, la mecanización, la fertilización, los herbicidas y el manejo del riesgo han sido las causas de los incrementos productivos en la comunidad Autónoma a lo largo de los últimos años. Sin embargo, gran parte del secano cerealista aragonés está sujeto a las eventualidades climáticas y uno de cada cuatro años los rendimientos desciendes un 25%, con disminuciones globales de cosecha superiores a las 250.000 toneladas.

     En los últimos cuatro años puede comprobarse como La Hoya de Huesca, Cinco Villas y la zona de Zaragoza capital son las comarcas más productivas en secano mientras que la Hoya de Huesca, La Litera y Cinco Villas son las que más destacan en regadío

     Se confirma que en 2014 disminuyeron los rendimientos en la secanos de Borja, Calatayud, La Almunia, Daroca, Zaragoza, Monegros y comarcas del sur de la provincia de Teruel.

     En España, la superficie cultivada media de cereales de invierno en los tres últimos años ha sido de 5,64 millones de hectáreas, con una producción media de 15,5 millones de toneladas. Los cereales en el conjunto del Estado español ocupan 5 millones de hectáreas de secano mientras que en regadío se cultivan 640.000.

     En Aragón, la superficie sembrada de cereal de invierno es de 763.469 hectáreas con una producción media de 1,61 millones de toneladas. La superficie cerealista total de secano representa el 85% y su producción se sitúa en el 73% mientras que el regadío ocupa el 15% de la superficie total y su producción representa el 27%.

Sigue el incremento del trigo blando y la caída lenta pero constante del duro

     En cuanto a especies, desde 2014 se observa un incremento de trigo blanco así como los llamados cereales inferiores, (avena, centeno, triticale). En 2014 se incrementó también en un 12% la superficie sembrada de cebada en relación con la campaña anterior y se acerca a la media de los últimos 30 años (486.204 hectáreas). La cebada se perfila como la especie cerealista con mayor rusticidad en los secanos áridos y semiáridos y que proporciona una mayor estabilidad ya que tiene un fuerte poder para amortiguar las alternaciones productivas.

    Por el contrario, el trigo duro continúa su lenta caída y la superficie cultivada en 2014 (101.108 hectáreas) esta todavía muy lejos de las superficies sembradas en la década anterior.

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