Antes que nada, hay que dejar claro que las nuevas medidas presentadas esta semana (más retiradas y más promoción), no incluyen ni al melocotón ni a la nectarina.

      En primer lugar hay que preguntarse cómo puede ser que la Comisión Europea y el Ministerio de Agricultura hayan tardado tanto en considerar que la situación es de crisis si la nueva PAC aprobada el año pasado y que crea un nuevo mecanismo para poder actuar en caso de perturbación grave del mercado se nutre de las fuentes oficiales y desde principios de junio los precios de las lonjas de referencia en Europa indican caídas de precio por encima del 50%.

     En segundo lugar, cómo puede ser que una vez parece que la Comisión Europea acepta el 14 de agosto que hay una caída de precios y que hay que emprender medidas urgentes, solo nos ofrece un incremento adicional del 5% del producto, que pueden retirar las organizaciones productoras de frutas y hortalizas si se destina a distribución gratuita y, también, a realizar medidas de promoción. ¡Comisario Ciolos, no nos engañe más! El impacto de su propuesta sobre el mercado es nula.

      Aunque retiráramos el 5% de la producción europea de este año habría que añadir un 6% más para absorber el exceso de producción europea, y aún nos faltarían más retiradas para poder compensar todo el producto que no se podrá exportar al mercado ruso, así como la caída del consumo provocada por unas temperaturas de verano demasiado suaves.

      En cuanto a la promoción, es iluso pensar, que por mucha que se haga, el mercado español pueda absorber el excedente provocado por el veto ruso de forma inmediata. Como ejemplo, los 70 millones de kilos de melocotón y nectarina que se preveían exportar de Cataluña a Rusia. En Cataluña solo se consumen cada año entre 40 y 50 millones de kilos de los 350-400 millones que se producen y para absorber este excedente habría que pasar de un consumo per cápita de 6 a 15 kilos por persona y año de melocotones y nectarinas, algo totalmente imposible en el corto plazo.

     En tercer lugar, no se entiende qué diferencia hay entre la crisis en el melocotón y la nectarina de 2014 y la crisis del sector lácteo de 2012, para que en 2012 la Comisión actuara urgentemente y con contundencia y ahora no. No creo que sea porque unos agricultores estamos en el arco mediterráneo y otros no (¿no?), ya que esto el Tratado de la Unión Europea no lo permite.

      Tampoco entiendo a la actual ministra de Agricultura, que en vez de salir a defender y denunciar la crítica situación que tenemos y las pocas herramientas que la Comisión autoriza para hacerle frente, se conforme con esperar cómo evoluciona el mercado, sin ver que está hundido.

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