La Unión de Uniones de Agricultores y Ganaderos ha presentado ante la Agencia de Información y Control Alimentarios (AICA) más de una denuncia contra empresas citrícolas por no formalizar contratos de compraventa en algunos casos o, en otros, por modificar las condiciones iniciales estipuladas en los mismos.

Unión de Uniones, que detectó estas situaciones anómalas a través de Unió de Pagesos en Cataluña y La UNIÓ en la Comunitat Valenciana, dos de las principales zonas productoras de cítricos del Estado, ha presentado en el último mes sendas denuncias a nivel estatal demandando al organismo del Ministerio de Agricultura que inicie los controles e inspecciones requeridos para comprobar la existencia de contratos por escrito por parte de esas empresas y, si es el caso, del cumplimiento de su contenido, en la compra-venta de cítricos durante esta campaña de recolección y comercialización.

«Muchos productores de cítricos se encuentran en un situación de indefensión debido a la grave crisis que sufre el sector en este campaña»

La organización insiste en la vulneración de la Ley de la Cadena Alimentaria al provocar un efecto negativo directo sobre la renta de los agricultores afectados por este incumplimiento unilateral de lo pactado por estos operadores comerciales y que debería ser fruto de control e inspección por parte de la Agencia.

«Muchos productores de cítricos se encuentran en un situación de indefensión debido a la grave crisis que sufre el sector en este campaña » – afirman desde la organización – «Y todo esto se agrava con una práctica generalizada por parte de algunas empresas comercializadoras de incumplimiento de la Ley de la Cadena Alimentaria y de la Ley de Morosidad, ya que los intercambios comerciales se realizan sin contratos escritos válidos y sin plazos de pago conocidos, superiores a los 30 días que establece la normativa» – se lamentan.

Unión de Uniones recuerda que en esta campaña convergen diferentes factores que está provocando un deterioro grave de las transacciones comerciales entre productores y compradores.

El Acuerdo de Asociación Económica (AAE) de la Unión Europea con los países de la Comunidad para el Desarrollo del África Meridional y sus concesiones a las importaciones de naranjas procedentes de Sudáfrica, vigente desde del 10 de octubre pasado; el intento de promover la comercialización de nuevas variedades por parte de los mismos obtentores (a la vez compradores) en detrimento de las variedades comerciales sin royalties, y las recientes condiciones climáticas adversas están provocando que muchas parcelas se queden sin cosechar o que los agricultores entreguen la fruta sin precio al comercio.

Unión de Uniones considera «intolerable las actuaciones de estos operadores comerciales, dando lugar a una situación de abuso para los productores en precios y en condiciones de entrega, incumpliendo, además, las normativas vigentes».

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