La Asociación Española de Ornitología, SEO/BirdLife ha denunciado hoy el «descontrol» en las quemas agrarias de rastrojos en algunas comarcas y que estaría pensando en elevar su queja a la Comisión Europea, junto a otras organizaciones ambientalistas.

Esta ONG afirma que donde las humaredas de las quemas afectan a la calidad del aire, a la salud de numerosas poblaciones, concretamente en las Vegas del Guadiana (Badajoz), y al medio ambiente. que

SEO/BirdLife señala a través de un comunicado de prensa, que esto se lleva produciendo desde el pasado mes de septiembre y que, además de los problemas para población, se comprueba la desaparición del «alimento vital» que genera el rastrojo para miles de aves migratorias al empobrecerse los suelos agrarios.

Asimismo subraya que, ante la reincidencia de estas «quemas prohibidas» y la falta de medidas y de «voluntad política» para atajarlas por parte de las administraciones públicas y los sindicatos agrarios, SEO/BirdLife estudiará, junto a otras ONG ambientales, presentar una queja ante la Comisión Europea.

La entidad explica que las buenas condiciones agrarias y ambientales son obligatorias para todos los agricultores y ganaderos que reciben los fondos de la Política Agraria Comunitaria (PAC).

recuerda que la única excepción que establece la normativa europea es la existencia de una plaga en los cultivos

Entre los requisitos de buenas prácticas ambientales se encuentra la prohibición de quemar los rastrojos o restos de los cultivos ya cosechados debido a varios factores, entre ellos fundamentalmente por el empobrecimiento de la calidad de los suelos, que pierden materia orgánica y nutrientes, haciendo necesario que, según manifiestan, los agricultores tengan que complementarlos con mayor cantidad de fertilizantes químicos.

SEO/BirdLife recuerda que la única excepción que establece la normativa europea para las quemas agrarias es que se demuestre y declare por los responsables administrativos de la sanidad vegetal la existencia de una plaga en los cultivos que necesite el tratamiento con fuego para su erradicación.

Por otra parte, y tal y como recoge Efeagro, también señala que en 2016 la organización agraria APAG-Asaja consiguió que la Junta declarara la comarca de la Campiña Sur como afectada por plagas sanitarias en los cultivos, de manera que se autorizaron quemas controladas y supervisadas por la Administración en aquella zona.

El resultado fue, añade, las quemas «descontroladas» por toda Extremadura, ante las cuales el sector agrario se limitó a indicar el carácter tradicional de determinados usos entre los agricultores extremeños, usos que consideran acertados (al contrario que la propia Comisión Europea) y beneficiosos para el medio ambiente ya que, en su opinión, permiten reducir el uso de los productos químicos para combatir plagas.

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