En la misma nota se detalla que "no es la primera vez que este ganadero sufre ataques de diversas especies de fauna silvestre, además de lobos, buitres o jabalíes que provocan pérdidas en la cabaña ganadera y daños en finca y pastos". En este sentido, a lo largo de 2012, el dueño de esta explotación ganadera -con alrededor de 200 vacas de raza limousín pura y cruzadas- sufrió tres ataques de la fauna silvestre, que unido al de la pasada noche han supuesto pérdidas económicas que estima en 3.000 euros.

   Ante este tipo de situaciones, Asaja denuncia el dramático goteo de pérdidas en las explotaciones de la provincia por la acción mortífera del lobo y de otras especies de fauna salvaje, y lamenta "la actuación impasible de la Administración regional, a quien responsabiliza de la situación límite que vive el ganadero, y a quien reclama el desarrollo de una nueva estrategia de gestión del lobo que proteja de verdad al ganadero".

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