El reto de la despoblación rural persiste desde hace décadas en España y ha entrado en la agenda política, pero el tejido humano y social del territorio sigue a la espera de que forme parte de la «agenda económica», con medidas y partidas presupuestarias concretas para revertir esta situación.

En el Día Mundial de la Población, una «celebración» con la que la ONU pretende llamar cada año la atención sobre las cuestiones relativas a la población mundial, que crece a un ritmo de 83 millones de personas al año y podría alcanzar los 11.200 millones en 2100.

La despoblación rural «está de moda», pero «siguen pasando los años y no hay una realidad económica» para combatirla

Mientras en el ámbito internacional el desafío es hacer frente a las consecuencias económicas y sociales de dicho aumento, España no deja de perder población en las zonas rurales, donde hay más de 4.000 municipios en auténtico peligro de extinción, según las conclusiones del II Congreso de Despoblación celebrado recientemente en Huesca.

Para el presidente de la Red Española de Desarrollo Rural (REDR), Aurelio García, la despoblación rural «está de moda», pero «siguen pasando los años y no hay una realidad económica; no hay partidas en los Presupuestos Generales del Estado».

La Conferencia de Presidentes Autonómicos del 17 de enero de este año puso negro sobre blanco la necesidad de contar con una estrategia nacional y, fruto de este consenso, el Gobierno creó el Comisionado frente al reto de la Despoblación, que también tiene una réplica en La Federación Española de Municipios y Provincias (FEMP).

«Pero aún no se ha hecho nada que tenga que ver con el tema económico», señala García, para quien la única solución es un proyecto transversal «desde todos los ámbitos, con la implicación de todos», algo «parecido» a la Ley de Desarrollo Sostenible que aprobó en su día el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero.

«Estudios ya hay cientos de miles y no existen fórmulas mágicas», añade, pues «llevamos años hablando de la brecha digital, de los servicios, de los transportes y de las oportunidades para jóvenes y mujeres», medidas que «tienen que incluirse en un plan serio».

En la misma línea, el secretario general de la Red Estatal de Desarrollo Rural (Reder), Felipe González de Canales, insiste en que de momento no hay presupuesto y cree que no lo habrá hasta que no culmine la Comisión en el Senado sobre este asunto, que preside el popular Ignacio Cosidó.

En zonas como la «Laponia del Sur» o la Serranía Celtibérica hay una densidad de población inferior a los 8 habitantes por kilómetro cuadrado

Según detalla, su organización está poniendo su «granito de arena» con un programa de implantación de inmigrantes con la Organización Internacional para las Migraciones, que incluye formación e integración de los pobladores y de los técnicos que van a trabajar con ellos, y ya ha comenzado a funcionar en las sierras de Madrid.

La situación de despoblación rural es especialmente alarmante en zonas como la conocida como la «Laponia del Sur» o la Serranía Celtibérica, con una densidad de población inferior a los 8 habitantes por kilómetro cuadrado.

En el Congreso de Despoblación se destacó que las provincias de Zamora, Ávila, Orense, Ciudad Real, León, Teruel, Segovia, Soria y Salamanca son las que más población perdieron en 2016. España ya cuenta con 1.286 localidades con menos de 1.000 empadronados, un 16 % del total.

En dicho encuentro se planteó que los ayuntamientos y las diputaciones son las administraciones que tienen que liderar y gestionar la estrategia contra la despoblación, que debe incluir inversiones en comunicaciones para acabar con la brecha digital, incentivos fiscales para fijar población o la puesta en marcha del Estatuto del Emprendedor Rural.

(Texto: Lucía Ruiz Simón / Efeagro)

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